La emboscada que sufrieron 10 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) el domingo en Guadalupe y Calvo, en la que no hubo víctimas mortales, se suma a otros siete ataques similares ocurridos desde 2018, en los que sí hubo 14 policías abatidos y diversos lesionados.

De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), de 2018 y lo que va de este año han sido asesinados 122 elementos de seguridad en la entidad que estaban en funciones; de estos, 36 formaban parte de las filas de la Policía Estatal, 37 de la Fiscalía General del Estado (FGE) y 49 pertenecían a corporaciones municipales.

El año más violento para los uniformados en funciones fue 2018, con 30 víctimas entre todas las corporaciones. Le sigue 2019 con 26 fallecidos y 2020 con 21.

En 2021 hubo 15 muertes, en 2022 fueron seis; durante 2023, 18; el año pasado una y en este 2025 van cinco. Uno de los hechos más cruentos ocurridos en este periodo fue el asesinato de cuatro elementos de la Policía del Estado -entonces Comisión Estatal de Seguridad (CES)-, ocurrido el 6 de septiembre de 2018, en el municipio de Bocoyna.

La noche de ese jueves, alrededor de las 20:30 horas, un grupo de agentes fue emboscado y atacado con granadas en el camino que une a las comunidades de San Juanito y San Pedro, a la altura del kilómetro 48, cerca de El Nogal.

Los cuatro policías fallecidos fueron Santiago Domingo Herrera, Édgar Chavira Juárez, Víctor Ortega Morales y Martín Rafael Alemán Hinojos, los dos últimos murieron calcinados. Además, otros 13 elementos resultaron heridos.

El entonces secretario general de Gobierno, César Jáuregui Robles, reconoció que el atentado era el peor en la administración de Javier Corral Jurado.

La Fiscalía General del Estado (FGE) estableció que los responsables eran parte del grupo de “La Línea”, liderado por César Daniel Manjarrez Alonso, alias “El H2”.

Por estos hechos fueron detenidos Juan Homero M. A., alias “El H7” y Juan Antonio H. N., y/o Anthony H.N alias “La Güera”. Mientras que José Ángel Rodríguez Padilla, otro de los involucrados, recibió una sentencia de 255 años de prisión.

El 8 de marzo de 2019, tres elementos del Grupo de Operaciones Especiales de la CES, fueron asesinados y dos más resultaron heridos en otra emboscada del crimen organizado en Peña Blanca, municipio de Gómez Farías.

Los elementos fueron sorprendidos por un convoy de siete camionetas desde las que los atacaron con granadas y armas de alto poder, incluidas calibre 50 o Barrett, sin que nadie acudiera a su auxilio pese a que a nueve kilómetros había un destacamento de la Policía Estatal.

Entre las víctimas estaba el inspector Luis Hurtado Armendáriz, identificado como el jefe del grupo, cuyo cuerpo quedó calcinado después de que su patrulla recibiera el impacto de las granadas. También fallecieron los agentes Sergio Carrillo Sinaloa y Francisco Hernández Mata, cuyos cuerpos quedaron destrozados por las balas.

Luis Hurtado ya había sido víctima de un intento de ejecución el 19 de noviembre del año previo en la avenida Tecnológico y Sicomoro, de la capital.

Ese mismo año, el 7 de abril, el comandante y jefe del destacamento de la CES, Daniel Quintana, murió en un enfrentamiento con sicarios de un grupo criminal en San Juanito.

El 6 de noviembre de 2020 otro elemento estatal perdió la vida y siete más quedaron lesionados al ser rodeados por una célula de sicarios de “La Línea”, en el kilómetro 20 de la carretera a El Largo Maderal.

El entonces secretario de Seguridad Pública del Estado, Emilio García Ruiz, explicó que los agentes fueron atacados desde dos frentes, lo que cobró la vida del elemento Francisco Córdova García, de 25 años de edad.

Asimismo, fueron heridos de gravedad los oficiales Eduardo García Valenzuela, de 30 años, y David Alonso Gómez García, quienes recibieron impactos en la cabeza y parte del rostro.

Los otros cinco policías lesionados fueron Diana Leticia Corral Sifuentes, de 28 años de edad, quien recibió impactos en espalda y pierna; Cristian Vidal Aarón Chavira, que recibió un impacto en el abdomen; Alfredo Ortega Palacios, de 45 años de edad, con heridas en espalda y pierna; Manuel Alonso Reyes González de, 25 años de edad, con balazos en cabeza y un esguince en pie y Yuniko Arreola González, que tuvo lesión en hombro y mano izquierda.

Los pistoleros lograron huir, pero se encontraron con un convoy de la Guardia Nacional que escoltaba a personal de la Secretaría del Bienestar. Luego de otros minutos de intercambio de balas, en el segundo enfrentamiento armado no registraron lesionados o fallecidos.

Ese mismo año, el 14 de diciembre, hubo otra emboscada en Madera, cerca de la comunidad de Las Varas, donde otros cuatro policías del Estado quedaron lesionados.

Madera volvió a ser escenario de otra emboscada el 31 de marzo de 2021. El grupo criminal “Linces”, vinculado al Cártel de Juárez, atacó a un grupo de agentes estatales desde un cerro, en una zona conocida como La Concha, dejando a cuatro fallecidos y siete más con lesiones.

De acuerdo con información de Emilio García, los agresores tiraron ponchallantas para detener al convoy y comenzaron el ataque.

Los oficiales que perdieron la vida fueron identificados como Sergio Luna Escalante, Efraín Ríos Rodríguez, Noel Omar Ronquillo López y Luis Raúl Piñón Gómez.

Otro ataque planeado por la delincuencia organizada contra elementos estatales ocurrió el 30 de julio de 2023, en Ciudad Juárez, cuando los agentes Sergio Martínez González y Gerardo Alberto T. C. escoltaban un camión procedente de la ciudad de Chihuahua a Ciudad Juárez, en el que viajaban cadetes del Instituto de Formación que se preparaban como agentes del Ministerio Público.

A las 10:00 de la noche llegaron a su destino y mientras los cadetes descendían del autobús, Gerardo Alberto observó pasar en varias ocasiones frente al instituto una camioneta pickup y un auto Mazda.

Tras retirarse, en el cruce del bulevar Óscar Flores Sánchez con calle Barranco Azul en la colonia Nuevo Hipódromo, fueron agredidos a balazos. Sergio Martínez González murió en el lugar por traumatismo craneoencefálico mientras que su compañero resultó con heridas en la parte superior derecha de la espalda, en el glúteo derecho, en el muslo izquierdo y la pierna izquierda, además de una herida en la mano derecha.

Los agresores fueron identificados como Víctor Antonio V. H., Carlos Esteban T. S. y Johan Omar G. F., mientras que los auxiliares con la seguridad en la escena del crimen fueron Francisco Alberto Z. S. y Rubén G. H.

De estos cinco se consiguió la vinculación a proceso el pasado 16 de julio, mientras que tres más relacionados con el hecho siguen libres.