Ciudad Juárez.- Una llamada a las 3:30 de la tarde del 21 agosto con una denuncia anónima por una casa de seguridad de secuestradores consiguió neutralizar el mensaje que recibió la familia de una víctima a las 5:00 de la tarde con el texto “Error. Tu hermano es el que pagará todo, cul**a”, pues policías estatales y agentes investigadores lograron el rescate minutos después de la amenaza.
La víctima, un residente de esta frontera de 21 años y de oficio transportista de plataforma digital, vivirá, sin embargo, sin el dedo meñique de un pie y con una cicatriz en una oreja por un corte de una navaja sin filo que sus captores infligieron para asegurar el pago de 200 mil pesos que exigían a la familia.
La información fue revelada ayer por la mañana en la audiencia de formulación de imputación de tres personas detenidas la semana pasada por este delito: Erick Ernesto L. Z., Erick Francisco R. Z. y Luz Sarahí H. M., quienes escucharon del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas (FEOE) la acusación por secuestro agravado.
Las declaraciones de la víctima, su hermana y los agentes aprehensores permiten formar el siguiente relato.
Los hechos
El martes 19 de agosto, J.J.A.S. (iniciales de la víctima) salió del taller de su papá hacia una maquila por Libramiento, porque le “cayó” un viaje como chofer de “uber”. Llegó a las 7:35 de la tarde al lugar, y seis minutos después ya iba con tres pasajeros rumbo a la zona habitacional del suroriente de la ciudad. Cerca de la avenida Acacias, en el último rastro de civilización antes del desierto juarense que rodea aquel sector, uno de los pasajeros terminó su viaje, pero tras su descenso llegaron tres hombres al coche de la víctima y bajaron a los demás tripulantes y a J.J.A.S. a la fuerza.
Le cubrieron el rostro con su camisa, y luego lo subieron a una minivan Chrysler Town & Country dorada. La siguiente parada fue la casa 336 de Cactus del Desierto, cruce con Alacrán, en Colinas del Norte.
Escuchó cómo los tres tripulantes se decían entre ellos que faltaban seis, luego cinco minutos. Estaban usando alguna aplicación digital de mapas, supuso la víctima. Pasaron dos topes sin frenar, pero se pasaron y regresaron para golpear los mismos topes, luego llegaron, lo metieron a la casa, le quitaron la toalla y la camisa de la cara, pero también el pantalón y los tenis. Lo dejaron en trusa y camiseta, lo amarraron de pies y manos y lo amordazaron.
Entraron presuntamente los dos hombres imputados y un tercero que sigue libre. Le dijeron que sabían del dinero y del taller de su papá, y querían tres millones de pesos por dejarlo libre o lo iban a matar. Entre los tres lo golpearon mientras lo grababan para mandarle audios, videos y fotos a su familia.
Los agresores dijeron que subían el volumen a una bocina, pues pensaban que así pasaría desapercibido cada grito de dolor de la víctima.
Eran las 9:00 de la noche cuando los hermanos de J.J.A.S. supieron que lo habían “levantado”. Al padre ya lo habían contactado, y querían dos millones de pesos. La hermana de la víctima buscó ayuda con la FEOE, por lo que una experta en negociación intervino. Bajaron la exigencia a 200 mil pesos, pero ni ese dinero tenían, así que debían negociar un pago menor.
Las primeras imágenes de los captores eran con un machete al cuello de la víctima y una pistola en la cabeza. “Ocupamos que nos conteste, y que nos tenga ese dinero rápido porque si no le vamos a cortar la cabeza”, decía una de las primeras amenazas.
Entregarlo en ‘pedacitos’
Entregarlo en “pedacitos”, aventar su cadáver desmembrado al periférico Camino Real, decapitarlo, mutilarlo, esas eran otras amenazas.
Terminaron por depositar 32 mil pesos a dos cuentas Bancoppel, pero no importó. La noche del 20 de agosto llegaron los mismos tres captores (la mujer, dijo J.J.A.S., vigilaba de lejos y bromeaba con los presuntos agresores), sacaron un arma blanca y le cortaron el dedo meñique de un pie, grabaron todo y lo enviaron a la familia.
Al día siguiente, le intentaron quitar una oreja con una navaja sin filo, sin éxito. Horas después le dijeron “¿sabes qué, güey? Ya pagaron, ya te vas”, y se salieron de la casa los supuestos secuestradores.
A las 3:30 una denuncia anónima al 089 con folio 142718 permitió conocer de supuestos gritos de auxilio en la casa, y lo relacionaron con la carpeta de investigación que se seguía desde el 19 de agosto por la denuncia de la hermana de la víctima. Acudieron a investigar, y vieron a uno de los tres detenidos camino a un parque cercano, y al llegar había otros dos.
Los agentes estatales de Investigación y Detectives de la Policía del Estado se separaron en dos grupos: uno se fue al parque, y el otro a buscar la casa reportada, de donde escucharon gritos, y al intervenirla localizaron sólo a J.J.A.S., quien denunció a sus captores.
La información fue comunicada a los agentes en el parque, y estos procedieron a la detención de los tres.
‘La Policía lo rescató’
“La Policía lo rescató, por lo que todo esto se terminó”, dijo la hermana de la víctima, aunque él tuvo que ser enviado a un hospital público por las secuelas físicas que representó la mutilación e intento de otra.
Los presuntos secuestradores fueron enviados a prisión preventiva justificada y oficiosa por un término de 24 meses, y su audiencia de vinculación será el próximo 28 de agosto.
El defensor particular de los detenidos no argumentó en contra de la ratificación de la legalidad de la detención ni en la solicitud de la medida cautelar.