Ciudad de México.- En el año 2120 la Tierra está gobernada por cinco corporaciones: Prodigy, Weyland-Yutani, Lynch, Dynamic y Threshold. Todas compiten por ser la primera en vender la inmortalidad y desarrollar un híbrido humano-sintético: robots humanoides dotados de conciencia humana. Es la Era Corporativa y Prodigy la va ganando.
Cuando una nave de investigación propiedad de Weyland-Yutani choca contra Prodigy City, la carrera por dominar el planeta dará la bienvenida a unos nuevos y letales participantes: los xenomorfos, vistos por primera vez en Alien: El Octavo Pasajero (1979), seminal filme del horror espacial dirigido por Ridley Scott.
"Tengo una relación muy personal con las películas que adapto, son películas que me encantaron y que fueron muy formativas para mí, y sólo intento recrearlas contándoles una historia totalmente diferente. Y esto, sin duda, es lo más grande que he hecho", reconoce Noah Hawley, creador, guionista y productor de la serie Alien: Earth, que este 12 de agosto se estrena en Disney+.
Ambientada dos años antes de los hechos ocurridos en el filme de 1979, esta precuela está confeccionada como un homenaje a la original, pero expandiendo el mundo de la saga, con nuevos personajes, criaturas y cuestionamientos filosóficos salpicados a lo largo de ocho intensos episodios de una hora.
"La serie tiene sus raíces en esa primera película y respeta la textura del mundo de Ridley. Noah tuvo mucho cuidado, en especial con las naves, y para que los planos fueran iguales.
"(Alien: Earth) Es como una verdadera hermana de Alien. Lo que hizo Noah fue tomar algo original y mantenerse fiel al universo existente, para luego ser lo suficientemente audaz y hacer algo diferente", asegura, en entrevista, Alex Lawther, quien da vida a CJ "Hermit", un soldado y médico humano.
La historia de Hermit y su hermana, Wendy (Sydney Chandler), es una de las anclas narrativas de la serie. Ella, para sobrevivir al cáncer que padece, se convierte en el primer híbrido humano-sintético en el mundo.
Él, que la creía desaparecida, es uno de los trabajadores encargados de buscar sobrevivientes en la colisión de la nave de investigación... Y el primero en toparse con los xenomorfos.
"Me encanta el estilo retrofuturista de los años 70 que tiene la serie. Se siente como algo reconocible, pero al mismo tiempo bastante extraño. Todos los escenarios parecían lugares reales, lo cual fue muy enriquecedor", explica Lawther, famoso por series como Black Mirror y The End of the F***ing World.
"Por otro lado, me pareció realmente conmovedor que en este espacio tan terrible y violento, que contiene xenomorfos y billonarios locos, exista un amor fraternal que lo sustenta todo. Pensé que eso era realmente intrigante".
COMO UN ESPEJO
El otro personaje clave es Boy Kavalier (Samuel Blenkin), el joven director humano de Prodigy Corporation obsesionado con destronar a sus competidores y con obtener el control de las especies alienígenas que viajaban en la nave de Weyland-Yutani.
"No es difícil imaginar los paralelismos entre el personaje que interpreto y la realidad. Es un billonario, posee una enorme riqueza y, por lo tanto, una enorme influencia. Esta es una Tierra dirigida por corporaciones, no por gobiernos, que se han vuelto obsoletos", comparte Blenkin (Peaky Blinders, Black Mirror).
"La serie examina con mucha inteligencia las consecuencias de cómo podría ser un mundo dirigido por corporaciones. Observa esta sensación de lo que sucede cuando eres una persona con tanta influencia y crees que estás haciendo lo mejor para la humanidad".
La fidelidad de Hawley, quien ya había reimaginado el mundo de Fargo con su serie homónima y el de X-Men con la aclamada Legion, hacia el clásico espacial se nota, por ejemplo, en el diseño de la nave USCSS Maginot, propiedad de la corporación Weyland-Yutani y construida literalmente según las especificaciones de la Nostromo en la que viaja Ripley (Sigourney Weaver) en el filme primario.
También se percibe en los animatrónicos de los xenomorfos y la gran cantidad de nuevas criaturas alienígenas igual de mortales y viscerales, así como en la construcción de sets prácticos que evocan el universo terrorífico, aislado y perturbador de la saga.