Minuto 23. México vs. Bélgica: Tomas Boy manda un servicio por la banda derecha y en forma de "trenecito" ya esperan en el área Javier Aguirre, Hugo Sánchez y Fernando Quirarte, quien pega el salto de su vida y como con esa fuerza de locomotora cabecea para mandar el balón a la red y desatar con ello el primer grito de gol del combinado nacional en el Mundial de 1986.
"Cuando meto el gol salgo corriendo como loco, despavorido, el 'Capi' Sanabria, auxiliar de Bora (DT), y el 'Abuelo' Cruz se meten a la cancha dos, tres metros, y yo voy corriendo, con las manos al cielo, ahí saqué todo lo que traía. Yo les decía, después ya, que si no hubieran salido ellos a abrazarme, a pararme, me hubiera pasado de largo y dado la vuelta olímpica, se me había cumplido ese deseo", relata Quirarte a CANCHA.
Ese deseo, que fue una promesa hecha desde casi medio año antes, cuando en concentración con la Selección Nacional el zaguero central recibió la noticia de la muerte de su padre; fue también un sueño, una petición en la noche previa al partido.
Y es solo uno de los múltiples pasajes que revive el emblema de las Chivas en los años 80 en "Bendito Futbol", el libro de su autoría donde plasma la pasión por el balompié y la fe dentro de su vida familiar.
"Sobre todo dejar un legado, un testimonio a mis hijos, al aficionado al futbol, a las nuevas generaciones, pues para que sepan lo difícil y lo bonito que es, como dice el nombre 'Bendito Futbol', todo lo que te da.
"El futbol me dio muchas cosas, me sigue dando muchas cosas y siempre dije, cuando empecé a jugar futbol, cuando empecé a soñar, nunca te imaginas todo lo que te puede dar el futbol. Simplemente, a mí me ayudó a formarme como persona, como profesional".
El par de goles en aquella Copa del Mundo en México, el título con las Chivas al año siguiente, las broncas en los Clásicos contra el América, su paso al Atlas, el campeonato como director técnico del Santos Laguna, viajes, juegos internacionales, anécdotas en la cancha y fuera de ella para el "Sheriff" Quirarte.
"Ese Mundial me marcó, me marcó para bien, lo viví intensamente. Conforme va pasando el tiempo y te lo van recordando, con las entrevistas, con el reconocimiento de la gente, es el mejor precio, lo más bendito es el reconocimiento de la gente".