El reto parece inocente: una foto tipo Polaroid en la que apareces abrazando a tu artista favorito, sonrisa impecable, caption nostálgico y un filtro vintage que “engancha likes”. La fórmula es simple: subes tu foto, la IA hace su magia y listo, validación instantánea. Pero detrás de ese abrazo falso se esconde una realidad inquietante: tu identidad queda a disposición de plataformas que pueden almacenarla, entrenar con ella y, en algunos casos, venderla al mejor postor (Milenio, 2025).
No hablamos de paranoia digital, sino de la lógica con que operan estas aplicaciones: cada rostro que subes es un dato biométrico; cada metadato, una huella de ubicación y tiempo. La Policía Cibernética ya ha advertido que convertir fotos en ilustraciones o “retoques artísticos” no es un juego inocente: puede abrir la puerta al robo de identidad, al acoso digital o a la creación de deepfakes que imitan tu apariencia en escenarios falsos y, muchas veces, comprometedores (SSC, 2025). La adolescencia es el momento de armar un yo. Y en pleno siglo XXI, ese yo ya no se construye únicamente en casa o en la escuela: también se fabrica en la pantalla del celular. Los filtros digitales se convirtieron en un espejo que no refleja, sino que distorsiona. La llamada “dismorfia de Snapchat” describe la frustración de compararse con la versión editada y siempre perder (RTVE, 2025). El resultado es un cóctel que combina baja autoestima, ansiedad y depresión en miles de jóvenes atrapados en la lógica del like (Psicología y Mente, 2024). La Polaroid IA da un giro aún más perverso: no solo “mejora” tu rostro, también fabrica vínculos imposibles. No es únicamente la cara embellecida; es la ilusión de estar con tu ídolo. De pronto, la identidad deja de ser relato propio para volverse collage algorítmico. Y si todo se puede fingir, ¿qué valor tiene lo auténtico? Subir una foto a estas plataformas implica aceptar un contrato invisible. Muchas aplicaciones reservan el derecho de usar tu imagen para entrenar modelos, almacenarla indefinidamente y compartirla con terceros (Ucasal, 2025). El resultado es que tu cara puede terminar alimentando sistemas que generen miles de nuevas imágenes sin tu permiso. Los riesgos no acaban ahí. Organizaciones como Thorn han documentado la proliferación de deepfakes sexuales de adolescentes usados para chantaje y sextorsión (Thorn, 2024). El impacto emocional es devastador: vergüenza, aislamiento, depresión e incluso riesgo de suicidio. Y la vulnerabilidad es mayor porque los adolescentes aún carecen de herramientas sólidas para distinguir lo real de lo manipulado (Internet Matters, 2025). Porque los retos resuelven tres ansiedades adolescentes Pertenecer: todos lo hacen, y no estar fuera parece no ser opción. Destacar: “mi Polaroid se ve más real que la de los demás”. Controlar la narrativa: si en la imagen aparezco feliz, entonces “estoy bien”. El problema es que la felicidad renderizada sube el estándar y baja la paciencia: si lo perfecto cabe en 30 segundos, ¿para qué invertir tiempo en lo lento, lo complejo, lo auténtico? Las imágenes generadas por IA enganchan porque prometen cumplir sueños imposibles: abrazar a tu ídolo, tener la piel perfecta o parecer protagonista de una película de Pixar. Pero a cambio, ceden algo invaluable: tu identidad. Y una vez que esa foto cruza la frontera de tu dispositivo hacia los servidores, la decisión ya no te pertenece. Empresas y aplicaciones pueden usarla para entrenar algoritmos, comercializarla o incluso almacenarla indefinidamente, aunque tú la borres (Milenio, 2025). A ti, adolescente: tu rostro no es moneda. Antes de subir la siguiente foto, pregúntate qué te suma y qué le regalas a otros. A familias y escuelas: urge alfabetización digital con enfoque en privacidad, consentimiento y detección de imágenes falsas. A plataformas y autoridades: reglas claras y exigibles: opt-out visible del entrenamiento con datos personales y sanciones rápidas a quienes difundan deepfakes de menores. Abrazar a tu ídolo en una Polaroid falsa es fácil. Abrazar tu identidad real, con dudas y bordes, es el verdadero desafío. Y ese, aunque no se vuelva viral, es el que vale la pena.Referencias
Internet Matters. (2025). ¿Qué es un deepfake? https://www.internetmatters.org/es/resources/what-is-a-deepfake/ Milenio. (2025, septiembre 16). Trend viral de foto Polaroid hecho con IA podría ponerte en riesgo. https://www.milenio.com Psicología y Mente. (2024). Por qué usar filtros de belleza puede dañar tu autoestima. https://psicologiaymente.com/social/usar-filtros-de-belleza-puede-danar-tu-autoestima RTVE. (2025, marzo 2). Filtros de belleza y su impacto en la salud mental. https://www.rtve.es/noticias SSC.