“Un político pobre, es un pobre político”
Carlos Hank GonzálezEl periodista le preguntó al político acerca de sus bienes. La respuesta fue “[de mis propiedades inexplicables] lo son para la gente que no trabaja. Pero yo […] me fui a Chihuahua a trabajar […] en una compañía muy fuerte de transportes y ganado. Me liquidaron con dos camiones Kenworth y de esos hice catorce […] me metí a trabajar en San Cristóbal en un negocio muy grande de azúcar en el estado de Veracruz. […] y amasé una cantidad bastante fuerte […] y yo creo la he aprovechado porque yo no soy ni vago, ni vicioso… soy un hombre de bien. Me gustan las fiestas como todo humano […] [En esa] propiedad hace 15 años que vivo en ella. La mayoría, mucha gente […] fueron a mis fiestas. Yo creo que nadie se debe de asustar –¿verdad? - y muchos periodistas son amigos míos. […] Es una casa que hace seis años la estamos haciendo desde que estaba en la procuraduría. Ese terreno se lo compré yo a un amigo mío que era subdirector de Teléfonos de México que vive abajo de esa casa. […] Nomás que la gente […] les gusta que viva uno en cuevas. Toda esa gente que se admira son las peores porque tienen el dinero escondido [...] Yo no. Yo lo tengo a la vista […] Le gusta a la gente estarse ensañando con la gente de bien.
“Usted sabe que últimamente somos atacados porque somos leales a un señor y la gente trata de molestar a uno y hacerle daño. […] Son como los jorobados que ya no se les puede verdaderamente enderezar fácilmente. Son las gentes que quisieran tener lo que uno tiene a base de intrigas –¿verdad? - pero a mí me da igual”. Este es un fragmento de una entrevista del periodista Guillermo Pérez Verduzco a Arturo Durazo Moreno, entonces director de Policía y Tránsito del Distrito Federal, en la agonía del sexenio de José López Portillo. Es parecido al escándalo por la vivienda de Gerardo Fernández Noroña aunque con notables diferencias. No es lo mismo la casita de doce millones de pesos que la insultante residencia del Negro Durazo en Zihuatanejo. Pero el fondo es el mismo. No encuentran ambos cómo justificarla. Durazo y Noroña no niegan la propiedad, el primero dice que fue producto de su trabajo y de su vida libre de pecados mundanos y el segundo que “Yo no tengo ninguna obligación personal de ser austero. Yo era franciscano, porque como hijo del pueblo, estábamos bien fregados”. El consentido de López Portillo nació en el seno de una familia muy pobre, igual que Noroña. El “general” culpaba a los ricos porque no gastaban su dinero en México, el senador hace lo propio con la derecha. Ahora resulta que el petista no puede justificar quién le dio el crédito para comprar la residencia. No paga predial, recibe muchísimo dinero por, su sueldo, dietas y comisiones como senador y por las donaciones –ilegales- y regalías que le deja su canal en Youtube (¿será “Noroñita Comunica”?) de su interesante, culto, liberal, conciliador y popular programa en internet. Cualquier coincidencia es eso, coincidencia. Finalmente, ¿qué les va a pasar a Noroña, Adán Augusto y compinches? En México, nada malo. En EU sabe dios. La Presidencia en vez de llamar a la unidad defiende a Fernández Noroña. Y aquí llegamos a varias conclusiones: los morenistas y aliados tienen tanto poder y dinero que no saben qué hacer: compran muebles e inmuebles, viajan lujosamente, violan la ley, se burlan de una casi inexistente oposición, desprecian a los ciudadanos, se mofan de la austeridad republicana y de la pobreza franciscana que millones de mexicanos cumplen por obligación económica y no por ideología. La 4T aquí no puede -ni debe- mantener a raya a los narcotraficantes ni libres ni presos por eso obedientemente manda algunos a Estados Unidos. Y sí, Claudia, García Luna es un criminal, pero está en cárceles del otro lado del río porque México es imposible. Explican que esta nación es soberana y que no permitirá jamás la intromisión militar. Así los presuntos narcos y cómplices están seguros en territorio nacional. Si entran los vecinos del norte a buscarlos, van a encontrar muchísimos en todos lados. El caso Venezuela puede repetirse en nuestro país. Y ¿habrá hijos de la patria que estén dispuestos a exhalar su último aliento en defensa de delincuentes? A la vanguardia los que tengan credencial de Morena. Mi álter ego le envía su más sentido pésame a la Justicia por el sensible fallecimiento del Sistema Judicial Mexicano Independiente. Descanse en paz.