Vivimos en una sociedad obsesionada con las apariencias y la validación social, donde algunas personas “califican” y son “calificadas” a través de las redes sociales, mediante likes, reacciones o me gusta en una aplicación móvil.. Esa “calificación” “determina” el grado de aceptación de esas personas; permea la frustración y ansiedad en las personas por agradar a los demás. Su vida gira en torno a los dispositivos móviles, las redes sociales, los gestos fingidos y las sonrisas artificiales que le permitan obtener más likes.

En un estudio realizado en esta ciudad capital, por el Grupo de Estudios Avanzados en Psicología, de la Universidad Autónoma de Chihuahua, se encontró evidencia que demuestra la ansiedad que experimentan los estudiantes al verse privados de sus dispositivos móviles. Los resultados revelaron que el 80% de los participantes reportó sentir ansiedad cuando no tenía acceso a su teléfono celular, lo que refleja una alta dependencia tecnológica entre los jóvenes de nivel medio superior.

La ansiedad, del lat. anxiĕtas, -ātisc significa “Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.”, o “angustia, desasosiego, inquietud, intranquilidad, congoja, desazón, zozobra, preocupación. Esta angustia suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos.[1][1] surge cuando no podemos controlar ni por la razón ni por la voluntad, lo que deseamos o tememos, especialmente ante situaciones inciertas perdemos la determinación o el dominio de nosotros mismos. Esto nos hace sentir nerviosos o inquietos, dificulta que tomemos buenas decisiones y actuemos de manera equilibrada”.

De este modo, la ansiedad respecto a los dispositivos móviles es una forma de malestar psicológico debido a que la persona siente y tiene una dependencia excesiva del uso del teléfono celular o de estar constantemente conectada a internet , al verse privada de ese aparente bien, puede resultar en manifestaciones de nerviosismo, irritabilidad o inquietud debido a no tener acceso al dispositivo, no recibir notificaciones o no estar en posibilidad de revisar sus mensajes y redes sociales, en síntesis por estar fuera de internet.

Debido a este tipo de estado psicológico y el objeto que lo produce, hoy se habla de un fenómeno conocido como “nomofobia” (del inglés no-mobile-phone y phobia), que parafraseando a King, Valença y Nardi[2] es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil, y puede generar síntomas físicos y psicológicos; los síntomas físicos pueden ser sudoración, taquicardia o tensión; emocionales como angustia o sensación de aislamiento cuando se separan del dispositivo, lo pierden o se quedan sin señal o batería.

Este problema pareciera quedar en un simple estudio y no trascender, sin embargo, a decir de la maestra Alejandra Pérez, presidenta de la academia de psicología de la Facultada de Ciencias Políticas y Sociales, es un problema que más tarde que temprano va a afectar a la empresa privada, a las dependencias públicas, y que toca atender y resolver a quienes dirigen; como quiera que sea es un vicio que está creciendo a una velocidad impresionante, que si no se toman medidas urgentes, veremos pérdida de productividad en la empresa y perdida de eficiencia institucional, entre otras.

Frente a esta situación real en el estado de Chihuahua, en la que parece que la ansiedad manda y el teléfono nos consuela y domina nuestras emociones, es posible revertir la situación, el mismo GEAPs la propone, volver a la conversación entre seres humanos, sin dispositivos móviles de por medio, actividad natural del ser humano, práctica común en la familia, escuelas, grupos sociales e instituciones, entre otras.

[1] Diccionario de la Lengua Española. https://dle.rae.es/ansiedad?m=form

[2] King, A. L. S., Valença, A. M., & Nardi, A. E. (2010). Nomophobia: The mobile phone in panic disorder with agoraphobia: Reducing phobias or worsening of dependence? Cognitive and Behavioral Neurology, 23(1), 52–54.