-Mensaje nacional del PAN desde Chihuahua
-¿Y Daniela Álvarez se manda sola?Entre los secuestros y los levantones hay un mundo de diferencia, pues los primeros suelen ser de carácter extorsivo contra inocentes con cierta capacidad económica, mientras que los otros son realizados generalmente para ajustes de cuentas entre presuntos criminales.
Pero, además, entre los levantones existe otra variante: los ejecutados por “patrullas espirituales” de centros de rehabilitación para drogas que, bajo el pretexto de hacerlo por el bien de los adictos y sus familias, aplican métodos cuestionables por su similitud con el modo de operar de la delincuencia organizada. Esa práctica de levantar “tazos dorados” de las calles fue muy popular al comenzar los peores años de la violencia en Chihuahua, pero cayó cuando el crimen tomó también los centros de rehabilitación como centros de operaciones para sus actividades ilegales. No desapareció por completo ese modo agresivo que generaba psicosis generalizada a su alrededor, pero sí disminuyó. Sin embargo, de nuevo hay visos de un resurgimiento peligroso que genera intranquilidad en la comunidad y violaciones a derechos humanos fundamentales, no de una autoridad contra los ciudadanos, sino de grupos de supuestos rescatistas de los centros de rehabilitación. Uno de esos casos ocurrió la semana pasada en calles de San Rafael. Fue reportado un secuestro, que luego se convirtió en levantón y terminó siendo una intervención de una de esas “patrullas espirituales”. Ahí se registró la captura de un joven adicto del sector, un hombre de apenas 25 años conocido como “crickoso”, como les dicen despectivamente a los adictos al cristal. Tenemos en versión digital de GPS el video tomado desde el aire hacia el cruce de las calles 25 y Tamborel, donde fue la camioneta Jeep Cherokee azul modelo 2005, en la que había sido levantado el hombre reportado como secuestrado. La oportuna intervención de la Policía Municipal, que desplegó un operativo tierra-aire con montones de patrullas ante los llamados de auxilio, llevó a la detención de los responsables y la liberación de la víctima. El hecho debería ser un llamado a la mesura de las asociaciones civiles que actúan como crimen organizado, pues no es posible que además de combatir al hampa de verdad, las corporaciones de seguridad deban desviar sus recursos a eso que, a veces, parecen meras vagancias de quienes usan los métodos más cuestionables para la rehabilitación de los adictos.***
Panistas de todo el estado tomaron las calles del centro histórico de Chihuahua capital para enviar el mensaje que Chihuahua está al grito de guerra y no precisamente para apoyar al Palacio Nacional, sino para marcarle a Morena una raya en el norte del país.
Quedó claro al líder nacional de Acción Nacional, Jorge Romero, que en Chihuahua existe unidad y trabajo en equipo en cada uno de los 67 municipios que estuvieron representados en la marcha y la concentración en la Plaza de Armas. Los dos líderes morales de Acción Nacional, la gobernadora Maru Campos y el alcalde Marco Bonilla, mostraron un trabajo en equipo con resultados, porque la convocatoria fue multitudinaria. Algo más que la mera nómina oficial fue la que salió a las calles de la capital, entre el legendario Parque Lerdo y la Plaza de Armas para reforzar, desde Chihuahua, ese mensaje nacional de que el PAN está reagrupándose para afianzarse como opción electoral y de gobierno. Marcharon al frente de la columna la gobernadora Maru y el alcalde Bonilla, así como los alcaldes Jesús Valenciano, de Delicias; Humberto Pérez de Cuauhtémoc; y Salvador Calderón, de Parral. Cada uno con el liderazgo regional y territorial, fueron acompañados por los jefes de sus gabinetes; los diputados locales encabezados por Alfredo Chávez; las diputadas federales Carmen Rocío González y “Manque” Granados; líderes de los sectores del partido de la capital, alcaldes, regidores, síndicos y funcionarios de la veintena de municipios con gobiernos panistas. También a la cabeza fueron los dirigentes nacional y estatal del PAN, Jorge Romero y Daniela Álvarez, los herederos de esas dirigencias de antaño que también tomaron las calles y ganaron los espacios públicos con sangre, sudor y lágrimas. Fue el Sistema PAN en pleno, pero además todas las tropas concientizadas de que el relanzamiento del partido debe demostrar que es algo más que la mera estrategia de marketing o el simple intento de sobrevivencia en el incierto escenario que ha traído consigo el avance morenista. De los mensajes lanzados por los liderazgos panistas, debidamente documentados en tiempo real, puede concluirse que la maquinaria azul hará frente a la propaganda que tiene en contra y defenderá con uñas y dientes sus triunfos, desde este islote azul al que no ha podido llegar del todo la ola guinda. En lo práctico e inmediato, más allá de las cuentas alegres del PAN sobre su concentración de ayer, fue claro el posicionamiento de Campos Galván como referente nacional, por lo que esta marcha apunta a ser factor vital de la consolidación de su administración y liderazgo, así como el primer paso de su ruta de salida, sin entregar el poder estatal a sus rivales políticos. Quien resbaló en las formas y rompió acuerdos de unidad fue Gilberto Loya. Primero intentó engañar a los panistas de Ciudad Juárez que fueron invitados por el Comité Municipal. Les mandó decir que él los estaba trasladando, asunto que de inmediato fue desmentido. No conforme con ello, al terminar la concentración en Plaza de Armas, juntó al muy molesto personal de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal en la escalinata de Catedral para que le echaran porras. Pero no cuidaron un detalle, a esa misma hora ocurría la misa de dos de la tarde, una de las más concurridas en la Catedral Metropolitana. Molestos feligreses salieron a callar aplausos y porras.***
Fue muy notorio reconocimiento el que dio el coordinador de los senadores del PAN, Ricardo Anaya, a Maru durante el primer informe del senador Mario Vázquez, realizado el sábado previo a la marcha del relanzamiento.
Anaya no escatimó elogios: aseguró que Maru “ha entregado su vida al partido y al servicio público”, y puso como ejemplo su trabajo al frente del gobierno de Chihuahua. El senador destacó que, mientras el país enfrenta una profunda crisis en el sector salud, Maru ha blindado la atención médica en el estado con el programa MediChihuahua, modelo que -dijo- debería replicarse a nivel nacional. El también excandidato recordó que Maru Campos ganó de manera contundente sus elecciones y confió que en 2027 volverá a ganar el PAN.***
Sin embargo, la que se robó la nota del informe del senador Vázquez fue la dirigente estatal del PAN, Daniela Álvarez, al no acudir al evento y despreciar la gran concentración de panistas que logró el único chihuahuense azul con un lugar en la Cámara Alta.
La ausencia de Álvarez motivó muchos cuestionamientos de los militantes, desde los que se preguntaron si la dirigente se manda sola hasta los que consideraron que la gobiernan sus fobias, por la relación personal que salió mal con Vázquez y la falta de atención a su función institucional, reflejada con su falta a un informe del único senador panista. También sobraron las especulaciones a raíz de su ausencia, al grado de que, según algunos panistas, la presidenta del PAN Estatal hasta buscó que otros liderazgos panistas también le hicieran el vacío a Vázquez Robles, sin mucho éxito. Total, la gravedad del episodio no nada más está en la inexplicable falta de Álvarez, sino en el timing: prácticamente en pleno relanzamiento panista fue cuando decidió dejarse llevar por las pasiones, pese a que todavía el año pasado fue candidata al Senado como compañera del único que alcanzó un escaño.***
Igualmente por Morena hubo movimiento intenso. Llamó la atención que el encuentro en el Centro de Convenciones de Chihuahua, de la red de mujeres en apoyo al alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, destacó por el nivel de convocatoria; además de la cantidad sobresalió la calidad de los asistentes que puso a pensar a más de tres.
No se vio a los típicos líderes o lideresas de colonias, arribando al lugar con cientos de acarreados, sí fueron un par de millares los asistentes, pero que llegaron por propio pie; atiborraron el estacionamiento. Una clientela que no se le había visto a los aspirantes a cualquier cargo por Morena, en la capital, y en el estado en general; por primera vez, uno de esos suspirantes, rompió con el mito de qué sólo la clase media jala con el PAN. Las doñas, bien ataviadas, llenaron el recinto, eran profesionistas, algunas maestras, empresarias, amas de casa, y hasta una jueza y una magistrada se vieron en el lugar y se tomaron la consabida selfie con el alcalde de Juárez. Cruz fue con su esposa Rubí Enríquez y se dejó querer, dejó en claro que también tiene jalón con ese estrato social, sobretodo en los terrenos azules.
