Este lunes habré de concluir, con mucha satisfacción y orgullo, mi gestión al frente del Foro de Periodistas de Chihuahua. La responsabilidad que me otorgaron mis compañeras y compañeros de esta honorable organización la llevé a cabo con profundo respeto hacia este oficio, esta profesión.

No cabe duda de que ser periodista en estos tiempos es una tarea complicada, pero ¿cuándo ha sido fácil? Y más aún cuando se trabaja por el bien común, muchas veces en contra de los intereses de quienes creen tener el poder.

El Foro de Periodistas de Chihuahua cumple este próximo 12 de octubre treinta y tres años de defender los derechos del periodismo, sin dejar de lado su compromiso de llevar opciones de capacitación a todo el gremio. Estas gestiones siguen adelante; un ejemplo son los grupos de nuevos profesionistas que hoy se capacitan desde otros estados, y qué decir del grupo de doctorandos en Periodismo que actualmente se preparan en las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras de nuestra Universidad Autónoma de Chihuahua.

Los retos nunca terminarán. México continúa siendo el país más peligroso para ejercer el periodismo en el mundo, no solo por los últimos asesinatos, sino también por la impunidad que prevalece en la investigación de estos crímenes.

En su momento, el Foro de Periodistas de Chihuahua, junto con el Foro Nacional de Periodistas y la Universidad Autónoma de Chihuahua, desarrollamos una plataforma digital que permite visibilizar el grave problema de las amenazas contra periodistas. A la vez, conformamos un observatorio en tiempo real como un mecanismo de autoprotección con información constante.

Así, la “Alerta Prensa” se ha instituido como un mecanismo de autoprotección con las armas del periodista: la información y la verdad. Esta plataforma ya está disponible para todos los periodistas de México y del mundo, no sólo para quienes han sido amenazados o corren riesgos en el ejercicio de la profesión, sino para todo el gremio que busca apoyar en la protección de sus compañeras y compañeros que ejercen esta noble labor.

A pesar de los logros obtenidos, no podemos bajar la guardia. Hoy, en el Congreso local se trabaja en una Ley de Personas Periodistas y Trabajadoras de la Prensa en el Estado de Chihuahua, un ordenamiento que —ya lo hemos dicho— llega tarde y, sobre todo, incompleto, pues no atiende las necesidades apremiantes de quienes ejercemos esta profesión.

Las diputadas y diputados no entienden que se debe proteger al periodismo profesional, ético y comprometido con nuestra sociedad, y que, desde luego, exige protección ante los persistentes actos de violencia y persecución: ataques físicos, psicológicos, hostigamientos jurídicos, perpetrados tanto por particulares como por autoridades y funcionarios públicos, que atentan contra nuestra privacidad, integridad y vida.

En ese proyecto de Ley —que no dudo aprueben sólo como componenda política— no encontramos ninguna alusión a un tema impostergable y, a la vez, fundamental para garantizar el libre ejercicio de la libertad de expresión: eliminar los discursos de odio en contra de las y los periodistas.

Esta Ley debe establecer la obligación de adoptar un discurso público que contribuya a prevenir la violencia. Las autoridades tienen el deber de propiciar un entorno seguro para el ejercicio del periodismo, lo cual implica abstenerse de emitir declaraciones que expongan a periodistas y trabajadores de los medios de comunicación a actos de violencia.

La Ley también debe contemplar sanciones para aquellos políticos, gobernantes, funcionarios o servidores públicos que fomenten o adopten el discurso de odio. Ya vivimos seis años de este discurso desde la máxima figura del sistema mexicano: la Presidencia de la República.

Sigue pendiente un anhelo que cobra vital importancia: la creación de un Fondo para la Protección de Personas Periodistas y Trabajadoras de la Prensa.

Hoy, con profundo pesar, vemos la situación del decano del periodismo Jesús Manuel González Raizola, quien, a su edad, ha sido abandonado por la misma sociedad a la que sirvió durante décadas ejerciendo un periodismo de alto impacto. Hoy requiere el apoyo de todos, ese apoyo que la sociedad y los políticos le han negado.

No hay que pensarlo mucho: hay que crear un fideicomiso que destine, desde el Presupuesto de Egresos Estatal, el 4 por ciento de los recursos que ejercen todos los entes públicos —el Gobierno estatal, los municipios y el Congreso del Estado— a la publicidad oficial.

En diciembre de 2020, el Foro de Periodistas de Chihuahua presentó al Congreso del Estado una propuesta por escrito para la creación de dicho fideicomiso… propuesta que, desde luego, no ha tenido ningún avance.

A lo largo de 33 años de existencia del Foro de Periodistas, hemos constatado que las necesidades y problemas del periodismo solo nos interesan verdaderamente a quienes lo ejercemos: a esas mujeres y hombres que hemos adoptado esta profesión como un estilo de vida.

Mucho éxito al periodista Carlos González Sierra, quien, junto con un grupo de valientes mujeres y hombres, hoy toma la batuta. Que sigan los éxitos en este arduo camino en beneficio de nuestra comunidad.