“Llegaron otros partidos, llegaron otros presidentes (…) llegó Morena y lo mismo, sigue habiendo muchas desapariciones forzadas, sigue habiendo eso: la misma impunidad, la impunidad de antes, la impunidad de ahora”
Pável Ramírez (activista)México y sus demonios, más de 10 mil personas desaparecidas en los primeros ocho meses del segundo piso de la 4T, casí 4 mil más de marzo a la fecha. La impunidad, la falta de voluntad política, la corrupción y la complicidad con el crimen organizado han dejado a la sociedad en un estado de indefensión, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, se contabilizan más de 125 mil desaparecidos, la mitad de estas desapariciones ocurrieron en la última década, tan solo en el sexenio del López Obrador se registran 50 mil, expertos afirman que, de seguir esta tendencia, la actual administración federal la superará con creces.
Es recurrente escuchar durante “Las Mañaneras”, que los delitos de alto impacto han disminuido, hablan de la reducción en homicidios dolosos, sin embargo, evaden los cuestionamientos sobre el incremento de más del 50% en las desapariciones. Recordemos que el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU decidió en 2025 invocar el Artículo 34 de la convención internacional en la materia (mecanismo extraordinario nunca antes utilizado) al considerar que existen indicios fundados de que la desaparición forzada se practique de forma generalizada o sistemática en México. Esta acción abre la puerta para que el caso mexicano sea llevado ante la Asamblea General de la ONU, de no haber mejoras, subrayando la gravedad de la situación y la presión internacional para que el país responda. Frente a los señalamientos y la indignación pública, el gobierno mexicano comenzo a anunciar medidas, la presidenta declaró en su “Mañanera” del 17 de marzo de 2025 que se emplearía “toda la fuerza del Estado” para afrontar la crisis; esto, tras el hallazgo del rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, donde operaba un campo clandestino del crimen organizado. Entre las acciones comunicadas, el gobierno federal retomó las propuestas de la entonces Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas en 2016 y del Centro Nacional de Identificación Humana, crear una “base única de información forense” con datos homologados de las 32 fiscalías estatales y la Fiscalía General de la República, así como una nueva “plataforma federal de identificación humana”, para así acelerar la identificación de restos y personas desaparecidas, subsanar parte del “vacío forense”, se calculan más de 72 mil cuerpos sin identificar en el país al cierre de 2024 y dar alguna certeza a las familias. No obstante, familias de desaparecidos critican dicha propuesta, dijeron: "ayuden a la presidenta a informarse en el tema de la desaparición de personas en México”. Mediante un comunicado firmado por más de 126 colectivos y acompañantes solidarios señalaron que la estrategia presidencial refleja “desconocimiento de los mecanismos y procedimientos institucionales que ya existen en el país en materia de búsqueda e investigación”. En seis puntos criticaron la propuesta, y destacaron que se debe fortalecer a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, iniciando con revertir la mala decisión de designar a la morenista Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, como titular, quien a su ver, no cuenta con la capacidad técnica para ocupar el puesto, además de no abrir el diálogo con las victimas de este país. Ante el horror, evocamos tiempos de empatía, de solidaridad, de tolerancia, de trabajo compartido, ya se fue un sexenio que no abrió los canales de diálogo con las madres buscadoras, que el actual, revierta esa desinterés, que al parecer se sigue manteniendo, en el marco de la conmemoración del llamado “Halconazo” (10 de junio), el activista Pável Ramírez, integrante de la organización civil H.I.J.O.S. México, e hijo de Rafael Ramírez Duarte, desaparecido forzadamente hace 48 años, denuncio públicamente: “Teníamos la esperanza en que al llegar ella al gobierno habría otras señales, no sólo otras señales, otra realidad, y bueno, esta es una realidad a la que nos enfrentamos ahora, es una cosa tremenda, muy fea, inesperada, inaudita, condenable, deleznable”. Por un México sin violencia, sumemos voces.