Durante esta semana las noticias sobre las manifestaciones contra la política migratoria del presidente estadounidense Donald Trump, abarrotaron todas las plataformas digitales, la tendencia internacional sobre las noticias en Estados Unidos y los sucesos violentos en Los Ángeles y otras ciudades de California, encendieron las alarmas en varios sentidos, respecto a este brusco movimiento político y social en la “primera potencia occidental”.
Luego que desde el fin de semana pasada comenzaran a realizarse burdas y desquiciadas detenciones de migrantes, a diestra y siniestra para comenzar a deportarlos de una forma tan injusta e incluso ilegal como el separar a familias ya arraigadas, de una manera arbitraria y fascista. Las detenciones de migrantes en sus hogares, zonas de recreación e incluso en sus mismos centros de trabajo, desató el malestar de una sociedad donde la mayoría proviene de migrantes, “latinos” como denominan a quienes por sus venas corre sangre de los países de América Latina y México, aunque son mexicanos en su mayoría. Es un tema muy amplió para analizar pero trataré de destacar algunos puntos concretos que debemos tener en claro para poder tener un nivel de análisis informado y evitar que la propaganda y la desinformación domine el debate público, por ejemplo, desde el primer día de las manifestaciones a causa de las detenciones por parte de la nueva migra (ICE), se comenzaron a ver gran cantidad de banderas mexicanas que fue una cuestión de orgullo para muchos allá y acá, sin embargo esto además de reflejar la gran cantidad de paisanos que salieron a las calles a manifestar su rechazo a las políticas de Trump, también es una provocación para quienes desde el gobierno trumpista, insisten en señalarnos como responsables de su deterioro social. Pareciera que la injusta guerra que vivimos contra los Estados Unidos hace ya casi siglo y medio en donde nos arrebataron la mitad del país, como que se fuera recuperando con una lenta colonización a causa de la migración y del mal llamado “sueño americano”, que ya casi también es una ilusión. Se trata de una batalla cultural donde quienes han sostenido la economías de Estados Unidos a base de trabajo y esfuerzo, sea o no sea una persona con nacionalidad o ciudadanía, se trata del derecho que tienen todas las personas a establecer una vida, sobre todo cuando ya han pasado varias generaciones en aquel país, y la semilla ha germinado, crecido y dado frutos. Estamos siendo testigos del regreso del fascismo impulsado por gobiernos de la extrema derecha, donde no solo se ensalza el nacionalismo, sino de fenómenos que creíamos que se habían quedado en la historia, el racismo, la imposición religiosa e incluso la persecución racial como sucedió esta semana en Estados Unidos, donde propaganda del gobierno de Trump pide a los estadounidenses que denuncien de manera anónima a los “migrantes”, aunque pudieran ser denuncias sin sustento alguno, podría tratarse de prejuicios raciales incluso, por eso es que millones de mexicanos han vivido una semana se terror en el autodenominado “país de la libertad”. Por otro lado, a la par de la legitimidad de las manifestaciones que surgieron contra las detenciones arbitrarias del ICE, también surgen las protestas violentas y los disturbios que ocasionaron la más violenta reacción de Donald Trump, enviar a la Guardia Nacional y a los marines, en una serie de acontecimientos que finalmente terminó en la declaración del “toque de queda”, de una forma tan irracional que violenta el derecho de los mismos estadounidenses, ahora sí que “sálvese quien pueda”. Las manifestaciones comenzaron a replicarse en otras ciudades de los Estados Unidos, la insurrección de los migrantes en Los Ángeles comenzó a contagiar a otros comunidades y a los mismos demócratas que aprovechan el momento para salir a protestar contra el gobierno del republicano, se trata de una insurrección social y cultural en la nación símbolo del sistema capitalista y del mundo occidental, generada por los desatinos y abusos del gobierno en turno en la Casa Blanca, y en donde los mexicanos están a la cabeza.