Estas fechas decembrinas nos invitan a la reflexión, a armonizar nuestros sentimientos, expresar buenos deseos a quienes nos rodean, repasar lo que hicimos en el año que está por terminar y proponernos nuevos proyectos para emprender en el que inicia.
En este orden de ideas, les quisiera compartir algunos sucesos de los últimos meses transcurridos y propósitos personales para los venideros. Comienzo por externar a “El Diario de Chihuahua”, mi agradecimiento pleno, por permitirme escribir cada semana sobre diferentes temas, con total libertad y autonomía; dándome la oportunidad de hacer pública mi opinión personal sobre el acontecer local, nacional e incluso internacional. Asimismo, agradezco a las y los lectores, que se toman el tiempo para dedicarlo a mis artículos. Constantemente recibo comentarios positivos sobre los contenidos que elaboro, lo cual valoro y aprecio bastante. Siguiendo con los agradecimientos, debo dar gracias a la vida y al universo, que me permiten conocer y coincidir con quienes me rodean. Agradezco a mi familia por estar a mi lado, por aguantarme, por darme su amor y apoyarme cuando les necesito. Mi esposo es un hombre muy tranquilo y muy noble, que logra el contraste entre mi día a día ajetreado y con complicaciones, para darme mucha paz al llegar a casa. Es con quien puedo platicar de lo que sea, “sacar la garra”, burlarnos de todo, así como, reírnos de la nada. Mi princesa Grecia, es con quien mayor comunicación tengo en la vida. A pesar de que vive lejos físicamente, tenemos una cercanía y conexión impresionante; me enorgullece por ser tan inteligente, excelente estudiante, muy buena futbolista, que continuamente obtiene triunfos y logros personales, deportivos y profesionales. Mi hijo André, me ha dado una enorme satisfacción este año, al haber culminado sus estudios de ingeniería civil; es un joven apacible, sereno, a quien le criticamos que “todo se le resbala”, aunque debo confesar que eso no es un defecto, sino una gran virtud (ya quisiera ser como él en ese aspecto). Mi hijo Byron, ha sabido salir adelante, -con nuestro respaldo incondicional-, pero por sí mismo ha puesto su negocio propio; tiene una Barber Shop, que ha ido equipando y consolidando; haciéndose poco a poco de un renombre en ese medio. En enero de 2025, en un exhaustivo recorrido, anduve en 36 cabeceras municipales; en la mayoría de ellas, con nevadas intensas. Durante el año, tuve múltiples giras por el Estado; había ido con antelación a muchos municipios, que me había tocado verlos secos, opacos; sin embargo, en esta ocasión, con las lluvias, tenían paisajes preciosos, más verdes, florecidos, con cascadas por todos lados. Me siento profundamente orgullosa de ser chihuahuense; de haber nacido y crecido en este Estado, que es tan vasto en su geografía, tan asombroso con sus montañas, cañones y barrancas, al igual que en sus desiertos y llanuras. Adoro -aunque suene raro-, el clima extremoso; que igual puedo ir a un lugar como Ojinaga, que esta a 50 grados centígrados; que a Guachochi, que a veces hasta en verano puede estar muy fresco por las noches o a temperaturas a varios grados bajo cero en el invierno. Yo disfruto ambos. Tuve la oportunidad de hacer un viaje con mi esposo; otra “luna de miel” (una más a la cuenta, ya que hemos tenido múltiples lunas). Conocimos lugares divinos, de ensueño. Deseo y decreto que la vida nos permita seguir viajando juntos a muchas partes y por muchos años más. Por otra parte, tuve que afrontar una condición médica, derivada de un accidente. Es por eso que traje collarín por tres semanas, estuve en terapia por varios meses y al parecer aún no me repongo completamente del daño en mi columna cervical. Solo espero que a la larga no me traiga mayores complicaciones. Adiós 2025! Bienvenido 2026! En el año que inicia, viene un momento clave en mi carrera política, ya que el cargo de dirigencia para el cual fui electa por cuatro años, culmina en marzo. Los estatutos del PRI, permiten la reelección por otro periodo igual, así que estaré buscando la posibilidad de continuar como Secretaria General, acompañando a Alex Domínguez, al frente del CDE. Dependemos de la combinación de muchos factores, ajenos a nosotros; pero nada imposible de sortear. Habrá que esperar los términos de una convocatoria que se emite por el Comité Nacional. Solo me anticipo a decir, que espero verme favorecida para seguir en este encargo que tantas satisfacciones me ha dejado y seguir contribuyendo en el posicionamiento de estas siglas que significan tanto y que simbolizan un mejor rumbo para nuestra entidad y el país en general. Que son sinónimo de progreso y desarrollo. Que representan a: “El Mejor Partido de México”. Por otra parte, quisiera incrementar mi estatus en la UACH. Tengo más de 25 años como catedrática de posgrado. Pero sigo siendo “hora clase”, con solo tres horas a la semana (aunque le dedico más de 15 quizá a la plataforma virtual). No es por el sueldo (que es ínfimo), sino por ir subiendo de categoría, pensando en una jubilación a mediano plazo. He dicho en público y en privado, que yo a la UACH le trabajo hasta “de gratis”. Por un lado, dado el cariño que tengo a la institución de la cual egresé (de licenciatura, maestría y doctorado); pero a su vez, porque me permite tener un servicio médico inigualable, a través del cual he enfrentado al cáncer. Y eso, no lo puedo pagar con nada. Les salgo debiendo es más.Tengo muchos proyectos personales por lograr. Así que en el año que inicia, los iré realizando.
Para finalizar, reitero mi agradecimiento por leer estos artículos, que espero seguir escribiendo, ya que es algo que disfruto mucho. Por lo regular, en mis 50 años de vida, he hecho lo que quiero, me gusta, me complace, me llena y me apasiona… Seguiré haciéndolo. Ya es momento…
