Brenda Ríos es una diputada estatal que recientemente se sumó a Morena durante la elección presidencial de Claudia Sheinbaum. Expriista y exmilitante del Partido Verde, fue delegada de la Semarnat en el Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto, al mismo tiempo que su esposo, el priista Alex LeBaron, fungía como delegado de la Conagua, también en ese sexenio.

Estando en la administración de Peña Nieto y en el Partido Verde, siempre criticó a AMLO, sus propuestas y su proyecto de nación, al igual que lo hacían todos los prianistas, incluso aquellos que posteriormente se han incorporado a Morena, por supuesto en tiempos en los que Morena no era gobierno.

Incluso llegó a ser candidata a la gubernatura por el Partido Verde, atacando en el debate únicamente al candidato de Morena, Juan Carlos Loera, como si tuviera una consigna, pues fue respetuosa de Maru Campos, hoy gobernadora.

Por su apoyo a la campaña de Sheinbaum recientemente en 2024, el partido guinda le otorgó una diputación local, a pesar de que los morenistas de base —que conocen su historial y su animadversión hacia AMLO y la 4T— reprocharon su llegada, y aún más la entrega de una diputación, como si tuviera méritos políticos o de lucha dentro del partido.

Los reproches provienen de morenistas por convicción, no por ambición, quienes saben que ella no llega por simpatía o afinidad ideológica con la 4T, sino por lo mismo que todos los exprianistas: permanecer en el poder político.

Desde que llegó al Congreso como diputada en 2024 por la vía plurinominal, fijó como objetivo ser candidata a la presidencia municipal. Para ello conformó un bloque con otros dos aspirantes —casualmente también exprianistas—: Miguel Latorre (exdiputado panista durante el gobierno de Corral) y Marco Quezada (exalcalde priista de Chihuahua con César Duarte), quienes también buscan la alcaldía, en un acuerdo no escrito de que quien tenga mayor proyección será la o el candidato, con el respaldo de los otros dos.

En ese afán por convertirse en candidata a la Presidencia Municipal de Chihuahua por Morena, desde 2024 lanzó sus críticas contra el presidente municipal de la capital, Marco Quezada, presentándose como una “opositora” al gobierno actual, mientras han aparecido espectaculares con su imagen por toda la ciudad de Chihuahua.

Todo ello pasando por alto la recomendación de la Presidenta de la República de no usar espectaculares, cuando “sugirió” a quienes estuvieran interesados en ser candidatos no adelantarse, no usar recursos públicos ni privados y evitar el derroche económico. A pesar de ello, Brenda Ríos tiene ya espectaculares en las principales avenidas y calles de la ciudad promocionando su imagen.

Contradiciendo las palabras de Claudia Sheinbaum —cuando dijo “Es importante que no se permita el uso de anuncios espectaculares ni la promoción de servicios privados”— no se entiende si su comportamiento cuenta con el permiso de su grupo político y de la Presidenta, o si es una abierta desobediencia.

Porque, efectivamente, el uso de espectaculares genera varios cuestionamientos que deberían aclararse, empezando por el origen de esos recursos, así como la autorización del partido para hacerlo, considerando la recomendación directa de la jefa política de las y los morenistas del país, cuya instrucción deberían acatar incluso los aliados de ocasión.

Más aún ahora que su nombre se encuentra en el ojo político en Chihuahua debido al conflicto del agua, donde se ha ventilado en periódicos nacionales que durante la administración de Peña Nieto —precisamente cuando ella fue delegada de Semarnat y su esposo delegado de Conagua— fue cuando más constancias de libre alumbramiento de agua se otorgaron.

De acuerdo con La Jornada, publicado el 26 de noviembre de 2025, el volumen de esas constancias es de 24 millones 60 mil metros cúbicos, equivalente a 9 mil 600 albercas olímpicas, lo que representa el 50.65 % del total. Por ello, no es buen momento para que su nombre destaque también por una promoción de imagen que la Presidenta ha pedido no realizar.

Resulta extraño que esto siga sucediendo dentro de Morena después del llamado de atención de la Presidenta a quienes comenzaron a hacerlo. Más aún cuando esta misma semana un grupo de morenistas de la capital —entre ellos algunos aliados de Brenda Ríos— denunciaron actos anticipados de campaña de Marco Bonilla, pero nada dicen de Brenda Ríos o de Cruz Pérez Cuéllar, quien también realiza promoción de su imagen y actos proselitistas en todo el estado, además de espectaculares.

Congruencia y transparencia sobre el origen de los recursos para sus campañas, así como no adelantarse, es lo que ha pedido la Presidenta de la República a sus compañeros de partido, aunque sean aliados temporales, y es lo que exige la ciudadanía a todos los políticos. Los tiempos están cambiando.