En días pasados, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, anunció en la “Mañanera del Pueblo” los proyectos de construcción y rehabilitación para este 2025. Y claro: no hay ninguna obra, ni un solo ladrillo destinado a Chihuahua.

Lo anterior desató en los últimos días una discusión pública entre los actores políticos: los del Partido Movimiento de Regeneración Nacional a favor y los del Partido Acción Nacional en contra. Mientras los políticos se dijeron de todo, el delegado estatal del IMSS, José Antonio Zamudio González, simplemente optó por esconderse.

Sobre esta discusión ya se ha dicho demasiado. Lo que nadie puede negar es que las instalaciones con las que cuenta el IMSS en Chihuahua capital están rebasadas; simplemente no hay forma de dar atención digna a los miles de derechohabientes.

Las instalaciones del Hospital General Regional, Unidad Morelos, desde hace muchos años requieren una cirugía mayor. Está muy claro que resulta más factible la construcción de un nuevo hospital que seguir invirtiendo dinero en estas instalaciones obsoletas. Sin embargo, no se hace ni lo uno ni lo otro.

El hospital fue inaugurado en 1960, y según los expertos tenía una vida útil de 40 años… ya pasaron 65 y hoy está colapsado en todos sus servicios. El área de urgencias es la muestra más evidente de esta situación, de ahí la presencia reciente de diputados federales y locales del PAN.

En toda esta polémica surgió nuevamente la donación que, desde 2021, hizo el Municipio de Chihuahua —entonces gobernado por la hoy gobernadora Maru Campos— de un terreno con superficie más que suficiente para la construcción de una nueva unidad médica. Y aunque probablemente no cuente con todas las condiciones que “exige” el IMSS, demuestra la voluntad de avanzar en el proyecto.

De acuerdo con la información de las propias autoridades del IMSS, en 2025 se realizarán ocho programas prioritarios y mil 990 intervenciones estratégicas con una inversión histórica de 7 mil 454 millones de pesos en 14 estados… y, como ya se dijo, ninguna acción para Chihuahua.

Lo preocupante es que existe un Censo Diagnóstico de Unidades Médicas que identifica riesgos operativos, así como necesidades de mantenimiento y equipamiento, y al momento de consultarlo no aparece ni un solo proyecto para Chihuahua. Mucho menos para la capital, que concentra a una gran cantidad de derechohabientes.

En 2023 y 2024 se trabajó en el Hospital General de Especialidades y en un Centro de Mezclas, ambos en Ciudad Juárez. Además, sólo se encuentra en planeación la ampliación y remodelación de la Unidad de Cuidados Intensivos de Adultos y Pediátricos del Hospital No. 35, también en la frontera.

En otras palabras, de acuerdo con ese informe, desde 2021 no hay nada, ni siquiera en proyecto, para Chihuahua capital. Entonces, ¿por qué no decir simplemente que no se contempla ninguna construcción aquí? Incluso sería conveniente, por decencia, regresar el terreno en el ejido Concordia que ya fue entregado en donación.

Las más recientes instalaciones inauguradas del Seguro Social corresponden al Hospital General Regional (HGR) No. 2 en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Según el documento oficial del IMSS, la institución define sus proyectos de construcción de hospitales y Unidades de Medicina Familiar en entidades con mayores rezagos en materia de camas y consultorios por cada mil derechohabientes, así como en aquellas con alto desarrollo industrial y crecimiento del empleo, donde la demanda de servicios ha mostrado mayores incrementos.

Nada de esto es suficiente. Urgen acciones reales, pero sobre todo despojadas de intereses partidistas para poder avanzar.

Como señaló Leopoldo Mares Delgado, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), es necesario evitar el conflicto mediático por la construcción del nuevo hospital y gestionar de manera coordinada para que los derechohabientes de Chihuahua cuenten con un mejor servicio que atienda la demanda actual y dé lugar a la obra de infraestructura hospitalaria que se requiere.

De acuerdo con el Plan de Desarrollo Urbano de la ciudad de Chihuahua, la densidad de población está mayormente concentrada en el noreste y sureste. En contraste, el Centro Histórico sufre un fuerte despoblamiento, lo que ha repercutido en la vivienda y en el cambio de uso de suelo hacia áreas de servicios, donde predominan oficinas privadas y gubernamentales.

Sin duda, estos deberán ser elementos a considerar para la construcción de una nueva unidad hospitalaria: identificar dónde se encuentra la mayor parte de los derechohabientes y hacia dónde se dirige el crecimiento poblacional.

Hay mucho por hacer, pero lo primero será que todos los actores políticos, sociales y empresariales formen un frente común, porque sacarle un peso de los miles que se le entregan al IMSS es una tarea titánica, pero sin duda urgente.