Hace unos días, cayó en mis manos una circular de fecha Octubre de 2024, que envía Marko Cortés Mendoza como Presidente del Partido Acción Nacional a un importante sector de su militancia; documento en el cual hace un balance de las altas y bajas sucedidas durante su gestión y responsabilidad como dirigente de tal institución política.

Expresando, de entrada, “el honor y privilegio que ha sido el estar al frente de esta gran institución, que a lo largo de su historia, ha luchado por los valores y principios que nos definen: LA DEMOCRACIA, LA JUSTICIA Y LA LIBERTAD.

“Sabiendo que la unidad es esencial para que el PAN se mantenga fuerte y preparado para enfrentar los diferentes desafíos, a lo largo de estos años trabajamos intensamente para lograrla y así nos reencontramos con aquellos panistas que en algún momento se alejaron. Propusimos de la manera más incluyente a las y los candidatos más competitivos.

“En el ámbito institucional, llevamos a cabo reformas importantes en los estatutos y reglamentos que hoy permiten que cualquier ciudadano pueda afiliarse de manera ágil y sencilla, facilitando su participación y compromiso con nuestra causa. Estas reformas también incluyeron cambios para garantizar que, en los procesos internos, quien gane lo se lo lleve todo y quien pierda no quede excluido, asegurando así una mayor inclusión y participación democrática. También se construyó un nuevo Programa de Acción Política, el QUINTO en la historia del PAN, en donde abordamos temas que nuestros principios y programas interiores no podían contemplar como el cambio climático, la salud mental y la inteligencia artificial.

Aceptando: “No podemos ignorar los retos electorales que enfrentamos. Es fundamental conocer con transparencia que la CAÍDA DEL PAN comenzó en el 2003 [siendo presidente de México, Vicente Fox], pero el golpe más duro lo sufrimos en 2012, cuando siendo gobierno [al frente, Felipe Calderón Hinojosa] terminamos en tercer lugar. En el 2018 recibimos un partido con 17% del voto nacional y, aunque nos duele profundamente, hoy lo entregamos con ese mismo porcentaje.

Reconociendo: “No logramos nuestro objetivo de ganar las elecciones, podemos reconocer que detuvimos la tendencia de caída pronunciada que nuestro partido había experimentado en los últimos 20 años…

“Desgraciadamente en las elecciones presidenciales, desde 2018, el PAN ha sufrido derrotas en casi todos los estados, ganando sólo Guanajuato en 2018 y Aguascalientes en 2024. Esto es un claro reflejo de que NECESITAMOS CAMBIOS PROFUNDOS. Todos sabemos que debemos romper con las lógicas de grupo y abrir las puertas a la ciudadanía, a los jóvenes, a las mujeres y a todas aquellas voces que buscan un México mejor.

Innegable: “Es evidente que el PAN necesita renovarse. Requerimos muchos cambios, no solo de forma, sino también de fondo. Debemos romper con las prácticas que se enquistaron a partir de que fuimos gobierno y abrir más nuestras decisiones, especialmente en las candidaturas. El futuro de México y del PAN dependerá de NUESTRA CAPACIDAD para EVOLUCIONAR y adaptarnos a las nuevas exigencias de la sociedad”.

Se anexa a la citada circular seis gráficas estadísticas, siendo las más ilustrativas y contundentes las relativas a lo siguiente:

Votación de nuestros candidatos en las últimas tres elecciones: JVM - 2012 - 12, 732,628 / RAC – 2018 – 12, 610,120 / XG – 2024 – 16, 502,697 (PAN, PRI, PRD, MC).

Votación del PAN por tipo de Elección 2024: Presidente 9, 644,918 / Diputados 10,049,375 / Senadores 10,107,537.

Comparativo Senado PAN por año de elección (mayoría relativa, primera minoría, representación proporcional) TOTAL 2018 – 23; 2024 – 22; Diferencia – 1. Diputadas y Diputados TOTAL 2018 – 78; 2021 – 114; 2024 – 72.

Porcentaje del PAN de votación histórica a Presidente de la República: 1994 – 26%; 2000 – 43%; 2006 – 36%; 2012 – 29%; 2018 – 18%; 2024 – 16%.

En este contexto, de algo ha de servir para el partido en referencia y demás partidos que mal que bien tienen existencia y presencia en los EUM, recordar que la CRÍTICA y la AUTOCRÍTICA es el Procedimiento para descubrir y superar los errores e insuficiencias en la actividad de los partidos políticos y otras organizaciones de los trabajadores y de la sociedad en general. (Rosental-Iudin, DICCIONARIO FILOSÓFICO, Ediciones Universo).

O bien, tener siempre presente que “La HONESTIDAD INTELECTUAL es un autoimpuesto código de principios que rige la coherencia entre la reflexión pensada y la conducta visible. Es una especie de culto a la integridad y a la sostenibilidad de convicciones, aun en situaciones de inconveniencia personal. Su práctica denota despreciar la hipocresía y el autoengaño, tanto en la palabra como en la acción.

“El individuo intelectualmente honesto posee independencia de criterio y valentía para defender su juicio o cuestionar lo que considere falso, sin importar que se antagonicen nociones populares. Ser sincero no consigue muchos amigos, pero sí consigue los correctos.

Necesariamente la práctica de la honestidad intelectual “implica AUTOCRÍTICA para reconocer errores propios y humildad para admitir aciertos ajenos, evitando el uso de tentaciones demagógicas, omisiones provechosas, manipulaciones emocionales o argumentaciones ad hóminem [que ataca a la persona y no a sus argumentos] que induzcan incredulidad”. (Javier Sáenz Llorenz, publicado en “La Prensa” de Panamá, el 23 de enero del 2021).

Así, puede deducirse, que nunca es tarde para la crítica y la autocrítica, para pensar y actuar con honestidad intelectual, para la “autoconciencia”, para reconocer nuestros errores. Aunque algunas personas y personajes se tardan demasiado o dejan este mundo terrenal sin haberlo intentado.

No es por demás tener presente que aún a los propios militantes honestos, nacionalistas y patriotas de los partidos, les agrada y convence el que se esté en contra de todo y por todo nada más por estar en contra, el criticar por la crítica misma; el decir siempre no a lo que el adversario proponga o haga, el oponerse por la oposición misma… en perjuicio de la ciudadanía, de la población toda.