Desafortunafamente, conforme pasa el tiempo, así como hay avances en tecnología, robótica, ciencia y otras áreas del conocimiento; a su vez, se inventan y crean mecanismos de destrucción, a través de drogas sintéticas.
Los jóvenes (y en ocasiones desde muy niños), están cayendo en tentaciones, de manera considerable, en el consumo de sustancias, que tienen cada vez más a la mano y de fácil acceso. Es un asunto muy delicado; difícil de entender; más complicado de abordar y casi imposible de erradicar. Pues, hay intereses económicos muy fuertes, de los grupos criminales, que permean como humedad en nuestra sociedad. En este artículo, habré de platicarles sobre una iniciativa presentada esta semana, en la tribuna de la Cámara Baja. El diputado por Chihuahua, mi amigo Alex Domínguez, con firmeza y elocuencia, expuso en la Cámara de Diputados, la necesidad de modificar el artículo 194, del Código Penal Federal. El fentanilo, es un opioide, que prescrito médicamente, es un analgésico (para el dolor crónico); sin embargo, se ha expandido su distribución de manera ilegal, como adulterante de la heroína o mezclado con la cocaína. Resulta de bajo costo; de sencilla fabricación; y, puede ser hasta 100 veces más potente que la morfina. Existen varias drogas derivadas del fentanilo, que reciben distintos nombres en las calles de Estados Unidos, como: "China White", "Apache", "Dance Fever", "He-Man", "King Ivory", "TNT", "China Girl", "Friend" y "Jack Pot", entre otros. Se estima que hay más de 131 mil tipos de opioides, lo que evidencia que el comercio ilegal de estas sustancias ha superado la capacidad de respuesta de los gobiernos de Estados Unidos y México. En nuestro país, se tiene evidencia de que a partir de 2017, se comenzó con el consumo de “China White”; que incluso los primeros consumidores, no sabían que se trataba de fentanilo. Estos estudios, muestran mayor incidencia en las entidades del norte del país: Baja California, Sonora y Sinaloa; e incluso Chihuahua. El problema del tráfico y consumo de fentanilo no es exclusivo de un solo país. En América del Norte: México, Canadá y Estados Unidos, han unido esfuerzos para combatir este problema y han establecido mecanismos de cooperación internacional desde hace varios años. Los efectos y consecuencia para quien lo consume, son: trastornos de memoria, depresión, alteraciones hepáticas y renales, dolencias, problemas cardiovasculares, contracción de pupilas, resequedad en la boca, afecciones gastrointestinales, llagas en la piel; solo por mencionar algunas. En razón de la grave problemática, la propuesta legislativa, es en el sentido de modificar el párrafo primero del artículo 194 del Código Penal Federal, para quedar como sigue: “Artículo 194.- Se impondrá prisión de diez a veinticinco años y de cien hasta quinientos días multa; con excepción del estupefaciente denominado fentanil (1-fenetil-4-n-propionilanilinopiperidina), cuya pena será de cincuenta a sesenta años de prisión y de cien hasta quinientos días multa…”. Siguiendo con ello la teoría de que al incrementar las penas, podrá inhibirse a los delincuentes en la fabricación, distribución y venta de esta droga, que estaría acabando con nuestros niños y jóvenes, en los siguientes años. Ya es momento, de poner freno al crimen. Momento de castigar a quienes están induciendo y matando a la juventud a través de las drogas. Ya es momento de que suban las penas y bajen los delitos. Momento de proteger a la niñez y juventud. Momento de una sociedad armónica, progresista, con visión de futuro. Ya es momento…