Voy a atreverme a escribir este editorial, aunque siento que me falta mucha información. Y, no es por falta de búsqueda o investigación de mi parte; sino por lo ambiguo y complicado del asunto.
Comienzo por citar textual lo que dice el Código Penal del Estado de Chihuahua, al tipificar el delito de “peculado”: “Artículo 270.- Se impondrá prisión de seis meses a cuatro años y de cincuenta a quinientos días de multa, al servidor público que: I.- Disponga o distraiga de su objeto, dinero, valores, inmuebles, o cualquier otra cosa, si los hubiere recibido por razón de su cargo; II.- Indebidamente utilice fondos públicos, con el objeto de promover la imagen política o social de su persona, de su superior jerárquico o de un tercero, o a fin de denigrar a cualquier persona. Cuando el monto o valor exceda de quinientas veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización, se impondrán prisión de cuatro a doce años y de quinientos a dos mil días de multa”. Podría seguir enumerando y definiendo una gran cantidad de delitos, relacionados con el caso que nos ocupa. Pues también se trata de enriquecimiento ilícito y defraudación fiscal, entre otras múltiples acusaciones. El pasado miércoles 14, en la noche (alrededor de las 22:25 hrs), se suelta la “bomba” en medios nacionales y se replica en los locales de inmediato; de que agentes de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua, detienen al exgobernador Javier Corral Jurado, en un restaurante en la Colonia Roma, de la Ciudad de México. Corral, había asistido un día antes, a la presentación del libro “Feminismo Silencioso” de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador. Los teléfonos no paraban de sonar, en chats y en privado, de gente enviando las ligas de las publicaciones de los medios digitales; claro que también, bajo el ingenio mexicano, se generaron los famosos “memes”, (incluso con imágenes “chuscas” de César Duarte celebrando). Minutos después, llega la noticia de que: la Fiscalía de la CDMX, impide la detención. En el video, se ve a Corral sentado, haciendo sus brazos hacia atrás de su propio cuerpo, diciendo una y mil veces: “no tienen competencia”. Junto a él está una mujer, pelirroja, de lentes, blusa azul, siempre al teléfono y leyendo documentos. La verdad es que no logro distinguir quién es ella. Según dicen, es una colaboradora cercana del exmandatario. Que tan rápido se movilizó el propio Fiscal morenista de la Ciudad de México, Ulises Lara, que en pocos minutos ya estaba en el lugar; asegurando que no va a colaborar con las autoridades de Chihuahua y él mismo y su gente, resguardan, “rescatan” y sacan a Corral de ahí, en sus vehículos blindados, a las 22:50 hrs. Lo único que argumenta Lara, es que una cosa es haber recibido la orden de aprehensión, y otra es responderles afirmativamente para que pudieran actuar; y, que decidieron no colaborar. Es decir, el procedimiento sí era el correcto. La autoridad chihuahuense, solicitó el apoyo de México, para ejecutar la orden que llevaban. Precisamente, por así requerirlo, por el tema de la “competencia” o de la jurisdicción. Habrá que estar atentos, para saber más adelante, si la fiscalía de la capital del país, puede negarse así nada más por que sí, sin fundamento, ni motivación a coadyuvar con una autoridad de una entidad federativa; o si, simplemente hicieron gala de su protagonismo y desfachatez, e hicieron lo que quisieron. Es por todos sabido, la gran cantidad de atropellos, abusos, corruptelas, tráfico de influencias y demás actos constitutivos de delito, perpetrados por este hombre. Usaba a discreción los recursos públicos, (incluyendo avionetas del gobierno, para asistir a torneos de golf). Aunado a la persecución política hacia ciertas personas de la vida pública (culpables o inocentes), al grado de llegar a límites inimaginables (por algo está demandado por tortura). Obviamente, no podemos sentenciarlo. Dar por hecho su culpabilidad. Deberá someterse a un proceso judicial. Como ser humano, habrán de respetarse sus derechos y garantías constitucionales. Sin embargo, ya será muy difícil que afronte la justicia. Más aún, bajo el manto protector del propio Andrés Manuel. Aún está por verse, si entrará como Senador por Morena. Javier ha traicionado sus principios ideológicos. Se ha entregado por completo a cambio de impunidad. Solía ser buen orador y en una de esas hasta quizá un buen legislador (por lo menos se manejaba bien en tribuna); pero ya como pseudo gobernador, dejó mucho que desear en el quinquenio anterior. Será recordado posteriormente, como el peor gobernador del Estado. El tema es, que luego del espectáculo mediático de antier, ya será muy difícil que sea detenido y pise la cárcel. Seguramente, ya promovió toda una amplia gama de Amparos. Ojalá lo veamos en el lugar que le corresponde: tras las rejas. Ya es momento, de una verdadera justicia para Chihuahua. Momento de que los culpables paguen.Ya es momento…