Ciudad Juárez.- El mes de abril ha iniciado con cinco probables feminicidios en Juárez, tres de ellos realizados con brutal violencia, ya que se intentó quemar el cadáver de las mujeres asesinadas para eliminar evidencia. Las autoridades no han asumido una postura.
En agosto de 2021 se expuso la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres de Chihuahua, se declaró que Juárez, Chihuahua, Parral, Cuauhtémoc y Guadalupe y Calvo son las ciudades más violentas y donde han sido asesinadas más de dos mil 400 mujeres en los últimos 10 años. De nada ha servido esta declaratoria de alerta de violencia de género, ya que a casi tres años que se expuso no ha cambiado nada ni en el ámbito público ni mucho menos en el privado. Hasta puedo decir que ni la Comisión Estatal de Derechos Humanos se ha pronunciado al respecto, ni mucho menos les ha exigido a los gobiernos federal, estatal y municipal la creación de políticas públicas y estrategias de prevención en seguridad para proteger a las mujeres de ser víctimas. Una alerta de género tiene como finalidad la prevención, atención, investigación, sanción y erradicación de cualquier tipo de violencia contra la mujer, y dicho objetivo está a cargo de los tres niveles de gobierno. Busca reformular todo el concepto que las autoridades en seguridad pública tienen al enfrentarse a esta clase de delitos. Sin embargo, no se ha implementado en Chihuahua, ante la falta de interés de las autoridades e incluso de la ciudadanía. Es evidente que el estado ha fallado en la protección de la vida, libertad y seguridad de las mujeres juarenses, desde hace décadas. Ser mujer en Ciudad Juárez es una angustia, es vivir a diario con miedo de salir de casa y no volver, es tener miedo al caminar, a perder el camión o a transitar sola por una calle, es tener miedo hasta de tu pareja sentimental. La falta de interés de los tres niveles de gobierno, se ve reflejado en las pocas estrategias y políticas públicas que existen para erradicar la violencia en contra de las mujeres. Se sigue juzgando a las víctimas por ponerse en situaciones de riesgo, dando a entender que ellas mismas provocaron su propia muerte y no el feminicida que las asesinó. Se debe lograr una eficaz prevención y protección para las mujeres, partiendo desde la educación y los valores, es decir, debe existir un cambio cultural y educacional en nuestra sociedad con respecto a cómo se ve y se trata a las mujeres. Además, tener verdaderos líderes inteligentes y capacitados que dirijan a las autoridades que procuran justicia, con una perspectiva de género asertiva y objetiva, sin prejuicios ni discriminación, más empáticos y con mayor eficiencia, que busquen erradicar la impunidad y obtener justicia para las víctimas, no solo que busquen poder, reflectores y hacer dinero. Debemos preocuparnos por el aumento de los feminicidios en la ciudad, no se logra ver un avance cultural y de seguridad pública en el tema. Cada vez desaparecen más mujeres y las localicen muertas, a veces asesinadas por sus propias parejas. Es lamentable ver las noticias y toparse con pesquisas de mujeres desaparecidas y saber que es muy probable que las encuentren sin vida o no las encuentren nunca. Darle la importancia que se requiere a los feminicidios es urgente y necesaria, se debe de dar la relevancia que merece porque la vida de las mujeres juarenses importa. Se debe exigir penas vitalicias para los feminicidas, sobre todo las autoridades deben empezar a mostrar que el tema les importa y con ello exigir a la ciudadanía que también coadyuve en la erradicación de este imperdonable delito, si no actuamos juntos como gobierno y sociedad las cosas jamás cambiarán.