Ciudad de México.- El desfile militar por el Día de la Independencia de México fue aprovechado el martes por la Marina para hacer un mea culpa tras las recientes detenciones de altos mandos vinculados con el robo de combustible, uno de los negocios del crimen organizado mexicano y que está en la mira de las autoridades estadounidenses.
“Fue muy duro aceptarlo, pero hubiera sido mucho más y absolutamente imperdonable callarlo”, dijo el secretario de Marina, el almirante Raymundo Pedro Morales, en su discurso oficial tras recordar que la Armada siempre fue la institución “más querida de México”.
“Fue mediante un ejercicio de sabiduría, sensatez, congruencia y humildad que pusimos ante la ley, ante la conciencia, el escrutinio de las y los mexicanos, actos reprobables que no nos definen como institución sino que podían enquistarse y quedarse para dañar a nuestro pueblo”, agregó.
Los comentarios del alto mando militar aluden a la detención este mes, entre otros, del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, sobrino político del exsecretario de Marina José Rafael Ojeda, que dejó al descubierto un entramado de corrupción que llegó a los más altos niveles.
Hasta el momento ha salpicado a 14 personas, entre ellas cinco miembros de la Armada, pero la investigación sigue y será ahora cuando la Marina pueda demostrar su nivel de compromiso para llegar hasta las últimas consecuencias, tal como se ha comprometido la presidenta Claudia Sheinbaum.
El almirante aprovechó uno de los eventos protocolarios más importantes de México para presentar las detenciones como un “golpe de timón” y dijo que la institución está comprometida con la lucha contra la corrupción y la impunidad.
“Jamás fue para nosotros opción el disimulo, porque el silencio no nos define”, agregó. “Hoy la Marina de México es más fuerte”.
El operativo contra la enorme red de robo de combustible en la que se vio involucrado este cuerpo, así como otras sonadas detenciones y el incremento de las operaciones contra los cárteles, tiene lugar cuando México se encuentra inmerso en una negociación cada vez más tortuosa con Estados Unidos en temas comerciales, de migración y seguridad. y en un momento en el que la administración de Donald Trump presiona cada vez más para que haya resultados en la lucha contra el crimen organizado.
México se niega a reconocer que haya presiones aunque las amenazas a nuevas subidas de aranceles se mantienen.
“Ninguna potencia extranjera decide por nosotros”, aseguró Sheinbaum el martes durante su primera celebración del Día de la Independencia como presidenta. “Ninguna injerencia es posible en nuestra patria”, ni por tierra, ni por mar ni por aire, insistió en clara referencia a posibles acciones de Estados Unidos pero sin mencionar explícitamente a este país.
El lunes por la noche, en su primer Grito como mandataria —el acto que abre los festejos patrios— también mandó un mensaje implícito al vecino del norte al lanzar vivas por los migrantes mexicanos y su dignidad.
Las autoridades estadounidenses han elogiado el giro en seguridad del primer año de gobierno de Sheinbaum pero la adminitración de Donald Trump quiere más.
Entre el público algunos elogiaron las inusuales palabras del jefe de la Marina. “¿Quién en la historia ha reconocido frente a miles de mexicanos… el error tan grande que hubo?”, dijo Abisaid Manuel Osorio, un ingeniero de 32 años. “Eso es muy bueno porque es respeto al pueblo... dio la cara”.
Durante años, la Marina lideró la captura de importantes capos que le valieron la confianza de la población y el reconocimiento de Estados Unidos, pese a que en ocasiones tuvo que lidiar con quejas por abusos o denuncias, como la de su presunta participación en el ocultamiento de pruebas del caso Ayotzinapa.
Desde que en 2021 se hizo con el control total de los puertos y aduanas, como parte del esfuerzo del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) por multiplicar la presencia de los militares en todos los sectores, parece que no ha podido esquivar los casos de corrupción.