Ante las altas temperaturas que se registran en diversas regiones del estado, el cuidado de los animales se vuelve una prioridad tanto en zonas urbanas como rurales.

Por ello, el Dr. Jesús Ricardo Gámez Piñón, médico veterinario zootecnista y docente de la Facultad de Zootecnia y Ecología de la Universidad Autónoma de Chihuahua, emitió una serie de recomendaciones para prevenir los golpes de calor y salvaguardar el bienestar animal en esta temporada crítica.

El especialista explicó que ciertos grupos de animales presentan mayor vulnerabilidad ante el calor extremo.

Entre ellos se encuentran los de razas pequeñas, hocico corto, pelaje abundante, así como aquellos de edad avanzada o con condiciones médicas preexistentes.

En el caso de animales de compañía como perros y gatos, los signos de alerta ante un posible golpe de calor incluyen jadeo excesivo, encías muy rojas, vómito, desorientación y letargo.

Respecto a animales de producción, como bovinos y ovinos, el golpe de calor puede manifestarse mediante un aumento en la frecuencia respiratoria, pérdida de apetito, disminución de la producción y decaimiento general.

Estos efectos no solo afectan su salud, sino también su rendimiento productivo, lo que repercute directamente en la economía de las unidades ganaderas.

Entre las principales medidas preventivas, el Dr. Gámez recomendó evitar la exposición directa al sol durante las horas más intensas de calor, proporcionar sombra adecuada y garantizar el acceso constante a agua limpia y fresca.

En el caso de las mascotas, también es importante ajustar los horarios de paseo, optando por las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más tolerables.

En caso de sospecha de un golpe de calor, el especialista sugirió actuar de inmediato: trasladar al animal a un espacio fresco y ventilado, humedecer sus patas, axilas y abdomen con agua (sin utilizar hielo), y acudir lo antes posible con un médico veterinario para su evaluación y atención profesional.

En el ámbito rural, señaló que la implementación de sistemas de ventilación, bebederos automáticos y estructuras que proporcionen sombra en corrales y áreas de resguardo son elementos clave para mitigar el estrés térmico en el ganado, mantener su salud y asegurar la continuidad de la producción.

Finalmente, el Dr. Gámez Piñón advirtió que el cambio climático, sumado a la pérdida de áreas verdes en zonas urbanas, ha intensificado los efectos de las olas de calor sobre los animales.

Por ello, hizo un llamado a la ciudadanía a tomar conciencia y adoptar prácticas responsables que contribuyan a su protección y bienestar durante los meses más calurosos del año.