La decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) para disolver la alianza de Delta con Aeroméxico antes del 1 de enero fue una "declaración política" que no impactará sus operaciones, sostuvieron directivos de la aerolínea mexicana.

Andrés Conesa, director general de Aeroméxico (CEO), y Ricardo Sánchez Baker, director financiero (CFO), restaron importancia a las preocupaciones de que la orden del DOT afecte significativamente su negocio.

"(Fue una) declaración política sobre lo que está sucediendo en México, pero no sobre lo que han hecho las aerolíneas, y por eso creemos que deberíamos poder continuar con la empresa conjunta", afirmó Sánchez Baker.

Este mes, un tribunal de apelaciones de Estados Unidos suspendió temporalmente la orden del DOT.

Aeroméxico debería poder continuar su empresa conjunta con Delta, aseguró el CFO, señalando que la compañía estadounidense posee casi 20 por ciento de la empresa, mantiene dos puestos en el Consejo de Administración y colabora con la aerolínea mexicana en programas de fidelización.

"Todos estos elementos se mantendrán vigentes", según Sánchez Baker.

Añadió que la empresa conjunta permite a Aeroméxico coordinar precios y su red, pero que algunas rutas a Nueva York y Los Ángeles se superponen con Delta. Los Ángeles se superponen con Delta.

Lanzará nueva clase de lujo

Grupo Aeroméxico lanzará una nueva clase de asientos de lujo a finales de 2027 con el objetivo de expandir su programa de fidelización y aprovechar la creciente demanda de ofertas premium

La aerolínea se une a otras como United Airlines Holdings y Delta Air Lines en la reconfiguración de la distribución de las cabinas para atraer a viajeros dispuestos a pagar más por una mejor experiencia de vuelo.

Los asientos de la clase económica ejecutiva se ubicarán entre la clase económica básica y los asientos reclinables en la parte delantera de la cabina de sus aviones. La oferta incluirá alrededor de 30 asientos, lo que requerirá que Aeroméxico elimine entre seis y ocho asientos del avión.

"Esa es la clase donde tenemos la mayor oportunidad.

"Estamos invirtiendo fuertemente y estará lista para operar en un par de años, a finales de 2027 o principios de 2028", comentó.

La compañía busca expandir su programa de fidelización de aproximadamente el 30 por ciento de la cabina al 50 por ciento en los próximos cuatro a cinco años, según declaró Ricardo Sánchez Baker.

A principios de este mes, Aeroméxico y algunos de sus accionistas recaudaron cerca de 300 millones de dólares mediante una oferta pública inicial y una colocación privada, regresando a los mercados públicos tras su desliste hace tres años.

"Aeroméxico utilizará los fondos para invertir en nuevas salas VIP para pasajeros y para reconfigurar y modernizar las cabinas de sus Boeing 787, incluyendo la modernización de sus interiores", explicó Sánchez.