Washington DC.- La Fuerza Aérea de Estados Unidos movilizó bombarderos furtivos B-2 Spirit desde la Base Aérea Whiteman, en Missouri, en una señal de preparación militar mientras el Presidente Donald Trump evalúa unirse a la ofensiva aérea de Israel contra instalaciones nucleares iraníes.
De acuerdo con Air & Space Forces Magazine, varios B-2 despegaron el 21 de junio bajo los distintivos MYTEE11 y MYTEE21, empleados habitualmente por bombarderos estratégicos. Aunque las autoridades estadounidenses no han confirmado el destino final ni la naturaleza de la misión, rastreadores de vuelo y comunicaciones por radio indican que las aeronaves cruzan el Pacífico tras haber sido reabastecidas por aviones cisterna frente a la costa oeste de EE.UU.
Por su parte, The New York Times reportó que los bombarderos movilizados son capaces de transportar bombas GBU-57 de 14 toneladas diseñadas para penetrar objetivos profundamente enterrados como la planta nuclear de Fordo, en Irán, uno de los blancos más protegidos y potenciales del conflicto. En el argot militar a esta bomba se le conoce como Rompebúnker (bunker buster).El despliegue coincide con el regreso de Trump a la Casa Blanca la tarde del sábado para reunirse con su equipo de seguridad nacional y decidir si Estados Unidos se suma a los ataques israelíes. La campaña aérea israelí, denominada Operación León Naciente y lanzada el 12 de junio, busca neutralizar la capacidad de Irán para desarrollar armas nucleares y ha incluido bombardeos sobre instalaciones estratégicas y bases de misiles.
El sábado por la mañana, Israel lanzó una nueva ola de ataques sobre objetivos iraníes, mientras que Irán respondió con misiles balísticos y drones dirigidos a territorio israelí. Israel también aseguró haber matado a tres comandantes de la Guardia Revolucionaria, la fuerza militar de élite iraní. Aunque Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines civiles, Israel sostiene que representa una amenaza existencial. El ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Saar, afirmó que los bombardeos han retrasado entre dos y tres años la capacidad iraní para fabricar un arma nuclear, aunque reconoció que instalaciones clave como Fordo aún no han sido completamente destruidas. Mientras crece la tensión, el Pentágono ha reforzado su presencia militar en la región con más destructores en el Mediterráneo oriental, la llegada del portaaviones USS Nimitz al área de operaciones del Comando Central de EE.UU. y el despliegue de aviones cisterna y cazas adicionales en Europa y Medio Oriente. La bomba GBU-57, también conocida como Massive Ordnance Penetrator (MOP), tiene 6 metros de largo y pesa 14 toneladas, es capaz de atravesar hasta 60 metros de concreto reforzado antes de detonar. Su carcasa de acero endurecido y su explosivo compuesto la convierten en la única arma aérea del mundo con posibilidad real de destruir Fordo. Expertos en armamento consideran que Israel no puede por sí solo eliminar Fordo. Sus aviones F-35 o F-15 carecen de la capacidad para portar un artefacto explosivo de tal peso y tamaño. Estados Unidos, además, ha bloqueado cualquier intento israelí por adquirir esta munición. Sólo el bombardero furtivo B-2 Spirit de la Fuerza Aérea estadounidense -de los cuales se estima hay 19 en operación- puede cargar y lanzar la GBU-57. Su poder destructivo no reside en la cantidad de explosivo (equivalente a 2.5 toneladas de TNT), sino en su masa compacta y la energía cinética que genera al alcanzar velocidad supersónica antes del impacto. La existencia y perfeccionamiento de la GBU-57 reposiciona a Estados Unidos como el único país con capacidad real para penetrar los complejos nucleares más blindados del planeta, en particular, aquellos construidos por Irán con la esperanza de resistir una guerra.