Ciudad de México— La presidenta Claudia Sheinbaum colocó a Ciudad Juárez en el centro de un proyecto que busca transformar la conectividad entre el noroeste y la frontera norte: abrirle una salida directa al Pacífico a través del puerto de Guaymas, Sonora.

Durante la conferencia matutina, la mandataria explicó que el plan federal se apoya en dos ejes: la modernización de la ruta hacia Guaymas y la construcción del corredor Bavispe-Nuevo Casas Grandes, diseñado para enlazar con las carreteras federales 2 y 14 y reducir de manera significativa los tiempos de traslado hacia Juárez y El Paso, Texas.

Sheinbaum subrayó que el objetivo es integrar a Chihua-hua y Sonora en un corredor logístico que no sólo acerque a las comunidades serranas a la frontera, sino que también fortalezca la competitividad de la región.

“Estamos abriendo una puerta al Pacífico para Ciudad Juárez”, afirmó al detallar que se trata de proyectos prioritarios para la actual administración.

El trazo Bavispe-Nuevo Casas Grandes, inscrito en el portafolio de infraestructura de la Secretaría de Hacienda y la SICT, tiene una longitud total de 181 kilómetros. De ellos, 67 corresponden a nueva carretera (18 en Sonora y 49 en Chihuahua) y el resto será rehabilitación de tramos existentes. La inversión asciende a mil 859 millones de pesos y se prevé la generación de más de cinco mil 500 empleos directos durante la obra. Con esta intervención se espera enlazar territorios de difícil acceso con las principales vías de exportación hacia Estados Unidos, lo que representa un cambio de fondo en la movilidad de personas y mercancías.

El otro componente es la modernización del puerto de Guaymas, que bajo la administración de la Secretaría de Marina busca ampliar su capacidad operativa y convertirse en un nodo logístico de referencia en el Pacífico mexicano.

Para 2025, el Programa Operativo Anual de la Asipona (Administración del Sistema Portuario Nacional) Guaymas fijó metas de 4.69 millones de toneladas en granel mineral, 1.86 millones en petróleo y derivados, y 12 mil TEU (unidad equivalente a 20 pies, por sus siglas en inglés) en contenedores. Además, el puerto se conecta con la red ferroviaria de Ferromex y con el corredor carretero Guaymas-Arizona, lo que abre rutas multimodales hacia el suroeste de Estados Unidos y el noroeste de México.

La presidenta insistió en que el impulso a Guaymas y la carretera Bavispe-Nuevo Casas Grandes no son proyectos aislados, sino parte de una estrategia de integración regional. “Queremos que Juárez, Chihuahua y Sonora trabajen como un solo bloque económico que mire tanto a los Estados Unidos como al Pacífico”, señaló, al remarcar que las obras permitirán a la frontera diversificar su acceso a mercados internacionales.

El puerto de Guaymas ya es pieza clave en el movimiento de hidrocarburos, minerales y carga a granel. Con la nueva infraestructura, se busca que también gane terreno en el movimiento de contenedores y se convierta en alternativa frente a la saturación de puertos como Manzanillo o Lázaro Cárdenas.

Para Chihuahua, la ecuación es clara: menos horas en carretera, menores costos logísticos y una salida marítima directa que complementa su vocación industrial y maquiladora.

Expertos en comercio exterior han advertido que la falta de rutas ágiles hacia el Pacífico ha limitado por años el potencial exportador de la región. La conexión Juárez–Guaymas abre la posibilidad de crear un corredor competitivo en tiempos de ‘nearshoring’, cuando las cadenas de suministro demandan mayor resiliencia y cercanía con los mercados estadounidenses.

Sin embargo, especialistas también advierten que el reto no termina con inaugurar los tramos carreteros. El puerto de Guaymas arrastra años de rezago en infraestructura y requiere inversiones adicionales en dragado, patios de maniobra y equipo especializado para carga contenerizada.

A ello se suma el riesgo de retrasos en la ejecución de la carretera Bavispe-Nuevo Casas Grandes, un proyecto complejo por su trazo serrano y las condiciones de seguridad en la zona.

El éxito del plan dependerá, dicen, de mantener los recursos, los tiempos y la coordinación entre Sonora, Chihuahua y la Federación para que la promesa de una puerta al Pacífico se concrete conforme a lo planeado.