Desde la capilla de la Casa del Migrante en Juárez, trabajadores y personas en contexto de movilidad pidieron ayer por quienes viven el dolor, el temor y las consecuencias de las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos.
El sacerdote Francisco Javier Bueno Guillén, director del albergue católico, dijo que las acciones del gobierno de Donald Trump son muy crueles, y podrían aumentar las deportaciones a través de esta frontera. “Pidamos de manera especial por niños y niñas que están viendo separadas a sus familias, por niños y niñas que están sufriendo y que desconocen el motivo por el cual está sucediendo eso en medio de su realidad”, pidió durante la misa que encabezó. Rodeado de banderas de distintos países, bajo un Cristo, una imagen de la Virgen de Guadalupe y la Cruz Migrante que fue bendecida por el Papa Francisco durante su visita a Ciudad Juárez, el sacerdote pidió por la paz de los migrantes en Estados Unidos. “Las formas y las maneras en las cuales están sucediendo ahorita (las detenciones), como nos estamos dando cuenta todos a través de las redes sociales, son formas muy crueles de buscar a las personas, son formas muy crueles de amedrentar a las personas, por eso también encontramos la otra parte en la que mucha gente también ha empezado a abusar de eso para hacer otro tipo de propuestas y de exigencias al Gobierno estadounidense, y eso mismo ha llegado a afectar a las personas que están en un estatus migratorio buscando la regularización”, denunció. Dijo que posiblemente Juárez y la Casa del Migrante comiencen a ver un mayor flujo de personas deportadas, separadas de sus familias, o incluso familias enteras que serán expulsadas de Estados Unidos. “Estamos ante una situación sumamente extraordinaria, en donde estamos viendo mucho dolor, mucha desesperanza, mucho sufrimiento por parte de las personas”, dijo en el sitio, que en los últimos años había dejado de ser capilla para convertirse en una habitación, primero de aislamiento para las familias recién llegadas durante la pandemia de Covid-19, y luego para los hombres migrantes.Lanzan ‘un mensaje de vida’
El sacerdote, quien desde hace dos años dirige el albergue ubicado en la colonia Satélite, pidió a los asistentes a la ceremonia religiosa lanzar “un mensaje de vida a las personas que ahorita sienten que la están perdiendo, a las personas que ahorita están sintiendo (temor) ante las Cortes, cuando no tienen posibilidad de defenderse, ante los asedios del ICE, ante un Gobierno que no desea que las personas inmigrantes lleguen a una vida plena”. “A quienes ejercen autoridad, les pedimos no perder de vista la humanidad que hay en cada migrante. Las redadas, los operativos con despliegue militar, y el lenguaje que deshumaniza a los extranjeros son contrarios al mandato cristiano y al sentido ético universal. Recordamos con fuerza la advertencia del libro del Éxodo: No maltratarás al forastero, ni lo oprimirás... si claman a mí, yo escucharé su clamor”, externó. Dijo que es fundamental recordar a los gobernantes y autoridades que la nacionalidad o estatus migratorio de una persona no define sus acciones individuales, y el tachar al migrante como delincuente por el simple hecho de ser migrante no sólo estigmatiza, sino que también ignora las realidades y contribuciones de miles de personas que eligieron a Estados Unidos como país de acogida.