Cd. de México. El Presidente estadounidense Donald Trump amenazó con "quitarle" la ciudadanía a la actriz Rosie O'Donnell, a pesar de que un fallo de la Corte Suprema de 1967 prohíbe expresamente esa posibilidad por parte del Gobierno.
"Dado que Rosie O'Donnell no beneficia a nuestro gran país, estoy considerando seriamente retirarle la ciudadanía. Es una amenaza para la humanidad y debería permanecer en el maravilloso país de Irlanda si la quieren", escribió en Truth Social.
En respuesta, la comediante, de 63 años, expresó su profundo rechazo hacia el mandatario, al que acusó de representar todo aquello a lo que se opone. "El Presidente de los Estados Unidos siempre ha odiado el hecho de que lo veo por quién es: un criminal estafador, abusador sexual, mentiroso, sin alma, con demencia, que carece de empatía, compasión y humanidad básica."Me mudé a Irlanda porque estoy en oposición directa a todo lo que representa. ¿Vas a deportar a todos los que se oponen a tus tendencias malvadas? Eres un mal chiste que no puede formar una frase coherente", escribió en Instagram.
Donald Trump y Rosie O'Donnell han tenido enfrentamientos públicos durante años, en una rivalidad que comenzó incluso antes de la carrera política del empresario. Recientemente, O'Donnell criticó duramente al presidente republicano y a medidas recientes de su administración, como la firma de un plan masivo de recortes fiscales y de gasto público respaldado por los republicanos. Por otra parte, no es la primera vez que Trump amenaza con quitar la ciudadanía a personas con las que ha tenido desacuerdos públicos. En semanas recientes, también lanzó una amenaza contra Elon Musk; sin embargo, el caso de O'Donnell es distinto: ella nació en Estados Unidos y tiene derecho constitucional a la ciudadanía por nacimiento. Según el Departamento de Estado, los ciudadanos estadounidenses solo pueden perder la ciudadanía si renuncian a ella voluntariamente. Además, un fallo de la Corte Suprema de 1967 reafirma que el gobierno federal no puede despojar a una persona de su ciudadanía sin su consentimiento. "El presidente no tiene autoridad para retirar la ciudadanía a un ciudadano estadounidense por nacimiento", explicó Amanda Frost, profesora de Derecho en la Universidad de Virginia. "Somos una nación fundada en el principio de que el pueblo elige al gobierno; el gobierno no puede elegir al pueblo", agregó.