Ciudad de México.- Un número creciente de profesionales de Wall Street teme que las fuertes alzas de las acciones tecnológicas, que agregan decenas de miles de millones de dólares de valor en cuestión de minutos, sean indicio de una burbuja que podría estallar, como la de las puntocom que alcanzó tras cinco años su pico en marzo del 2000.
El pasado lunes, las acciones del fabricante de chips Advanced Micro Devices (AMD) se dispararon alcanzando brevemente una capitalización bursátil de 100 mil millones de dólares, después de que firmara un acuerdo con OpenAI que podría generarle miles de millones de dólares en ingresos.
Esto se presentó luego de que el mes pasado las acciones de Oracle se catapultaron 36%, lo que sumó 255 mil millones de dólares al valor de mercado de la empresa de software en una sola sesión, tras presentar unas previsiones impresionantes para su negocio en la nube, incluyendo un acuerdo con el operador ChatGPT por valor de 300 mil millones de dólares a cinco años. "Si alguno de estos acuerdos fracasa, se producirá un efecto dominó que me parece preocupante", declaró Brian Mulberry, gestor de cartera de clientes de Zacks Investment Management.A medida que se invierte más dinero, crece el temor de que la tendencia termine en un colapso, como ocurrió hace 25 años tras la euforia de las puntocom, cuando se realizaron fuertes inversiones anticipando un tráfico de internet que tardó mucho más en materializarse.
Una reversión podría ser más dolorosa hoy en día, ya que las principales acciones tecnológicas representan aproximadamente el 35% del índice S&P 500, en comparación con menos del 15% en 1999. "Todos los ingredientes están listos para una especie de explosión", dijo Paul Tudor Jones, Tudor Investment Corporation, una empresa de gestión de activos. "¿Volverá a suceder? La historia rima mucho... este entorno es potencialmente más explosivo que el de 1999", expuso. Mulberry anotó que una de las grandes preocupaciones sobre los nuevos acuerdos son sus estructuras de capital circulares, donde las empresas utilizan el dinero de las demás para comprar sus productos.