La inmigración neta en Estados Unidos podría reducirse a cero o incluso a un valor negativo debido a las políticas migratorias de Trump y afectar significativamente la economía al reducir la fuerza laboral y la productividad, señaló The Economist.
"La represión migratoria afecta tanto a los trabajadores poco cualificados como a los altamente cualificados, lo que perturba las industrias que dependen de la mano de obra migrante y podría generar mayores costes y una menor producción", indicó la publicación.
Las consecuencias a largo plazo, dijo, incluyen una menor productividad y una menor salud fiscal, ya que los migrantes contribuyen significativamente a la innovación y al crecimiento económico. Consideró que las políticas de la administración podrían disuadir a los migrantes cualificados, agravando los desafíos económicos en un contexto de envejecimiento de la población nativa y déficits fiscales.La administración Trump está implementando su política de cero migración con un vigor impresionante. La frontera de Estados Unidos con México ha sido cerrada de hecho; salvo un puñado de sudafricanos blancos, pocos refugiados reciben asilo.
Los "encuentros" en la frontera mexicana, un indicador de migración ilegal, se han desplomado. Mientras tanto, se le ha ordenado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que intensifique las redadas de deportación. Y aunque muchos políticos que critican a los extranjeros diferencian entre migrantes poco cualificados y altamente cualificados, Trump también persigue a los cualificados, con planes de cobrar 100 mil dólares por una visa H1-B, el principal permiso de entrada para migrantes con talento. Los ataques a las universidades estadounidenses están ahuyentando a estudiantes e investigadores extranjeros. En conjunto, estas políticas representan una revolución en el enfoque estadounidense hacia la inmigración, una revolución que tendrá consecuencias dolorosas. The Economist indicó que una población más pequeña y una fuerza laboral de crecimiento más lento reducirán el tamaño de la economía estadounidense. Esto marca la diferencia: las deudas serán más difíciles de pagar; un ejército numeroso, más difícil de mantener. Sin embargo, dijo, lo más preocupante es que la política de Cero Migración en Estados Unidos empobrecerá a sus residentes, tanto nativos como extranjeros, al reducir el crecimiento de la productividad y, por lo tanto, el PIB per cápita. Los problemas comenzarán a surgir rápidamente. Muchas industrias dependen de los trabajadores inmigrantes. A medida que los migrantes dejen de llegar o sean deportados, las empresas tendrán dificultades para contratar, dado que el desempleo ya es bajo. Esto se traducirá en interrupciones, menor producción y mayores costos, aseveró.